domingo, 1 de abril de 2012

La Mísere Porca
Nº 02                                                                                                             20 de enero de 2012 
Síndrome de Estocolmo o tara colectiva…?

Todos los gobiernos mueren por la exageración de su principio.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.


Es absolutamente incomprensible la actitud de una gran mayoría de los habitantes (no ciudadanos, puesto que de ser así, seríamos más responsables y comprometidos con nuestra ex República), que al parecer sufren de una nueva variante del Síndrome de Estocolmo o bien una epidemia de tara colectiva, quizás a  consecuencia que alguien haya vertido en el agua corriente, grandes cantidades de estúpidol o algún químico que ha convertido a casi la mitad de los argentinos en verdaderos zombis.
Todos tenemos reacciones muy adversas cuando alguien  nos endilga algún epíteto o frase que nos duele u ofende, pero desafortunadamente, luego esta pasa ser una realidad insoslayable. Tomemos como ejemplo el comentario vertido en una cámara de tv en off, por el entonces presidente del Uruguay, Guillermo Batle, respecto a la honestidad de todos los argentinos. Recordemos que en ese momento, una gran mayoría nos hemos sentido muy ofendidos y muy molestos por tal afirmación. El tiempo transcurrido y los acontecimientos políticos que se han sucedido desde entonces, le han dado en gran parte, la razón.
Cuando el ex presidente de la Sociedad Rural, Luis Biolcatti (con quien no tengo afinidad alguna) dijo que a la mayoría de los argentinos sólo le importaba tener un plasma, cambiar el auto e irse de vacaciones; no estaba tan equivocado y también, desafortunadamente hay que darle la razón.
Quien tenga solamente un ápice de dignidad y alguna neurona que todavía le funcione, no puede dejar de reconocer que  estos ocho años de “gobierno K”, han sido los más corruptos de toda  la historia de nuestro ex país; pero lo  tremendamente inexplicable es que a más latrocinio y corrupción, la gran masa de zombies parece incrementarse. Ya sea por  estupidismo crónico, tara generalizada y muchos casos a consecuencia de ser beneficiados por planes de vagancia, jubilaciones truchas (que en realidad se trata de Pensiones Graciables No Contributivas) otorgadas con el dinero legítimo de los jubilados que trabajaron honradamente toda su vida y aportaron en tiempo y forma, todos los meses de su vida laboral activa. Asimismo, debemos agregar los aplaudidores de siempre, llevados a los actos oficiales y también los que han conseguido algún puestito laboral y temen perderlo si la Autocracia Monárquica llega a su fin.
Si bien  el Síndrome de Estocolmo es una patología psíquica en la cual el secuestrado se enamora de su secuestrador, en esta  aparente nueva versión de la misma, la tara que afecta a gran cantidad de los habitantes, parece incrementarse cuanto más se roba, se hacen negociados siderales a la vista de todo el mundo. Se miente descaradamente y se inventan situaciones propias de novelas tragicómicas y muchos, muchísimos se tragan todos los sapos inverosímiles que les regalan y si esto no es producto de la “gran enfermedad viral” que nos afecta a consecuencia del estupidismo mórbido, no nos queda más remedio que aceptar los conceptos de Batle y Biolcatti.
De otra forma no se puede comprender la apatía o el “conformismo cómplice” en la actitud de los habitantes que solamente expresan un gesto de molestia pasajera y luego pasan a convivir con tamañas tropelías como las valijas de Antoninni Wilson, Skanska, Aerolíneas, los Casinos manejados por testaferros K, los burdeles y prostíbulos con la anuencia de un ministro  de la CSJN. Un juez federal que es un empleado/a de los K y que por esas cosas del destino, siempre termina con vergonzantes dictámenes, por ejemplo la causa de enriquecimiento ilícito de sus majestades imperiales, en menos de una semana. Las coimas y las muertes de quienes oportunamente aportaron para las campañas políticas y  luego pretenden desafiar a la monarquía.
Los millonarios robos perpetrados por las “pibas chorras de la Plaza de Mayo y sus chivos expiatorios, los Shoclender.Los grandes negociados gubernamentales y de los gobernadores de provincias en la de explotación minera, tal lo ocurrido en San Juan y actualmente en La Rioja, donde el Pueblo de Famatina se opone heroicamente a que los envenenen, a cambio de pingües negocios para un gobernador panqueque. Y así podemos enumerar cientos de ilícitos y mentiras para que su majestad K, se vea como una “mártir por su pueblo” (esto es más hilarante y más ordinario que sushi de bagre).
Pero realmente parece ser que la nueva idiosincrasia de los habitantes (no ciudadanos), es que cuanto más se robe, más “degeneramiento” judicial hay, más muertes de inocentes, inclusive de niños y casos muy resonantes en el momento y que seguramente jamás  se llegará a la verdad. Como así también las alianzas con los zurdo-dictadores de Latinoamérica y los grandes papelones internacionales, como la última gran puesta en escena para justificar una cirugía plástica de su majestad y de paso aprovecharse de un terrible diagnóstico inventado por una mente tan enferma como las del entorno que aceptaron esta maniobra de tan mal gusto; parecería que más adeptos consiguen, pero si realmente es así, es que como sociedad estamos enfermos, muy enfermos y esto es más que alarmante, puesto que si a grandes males, grandes remedios, primero debemos tomar absoluta conciencia si realmente queremos curarnos.
Que DIOS se apiade de lo que nos queda de República y nos cure de una vez y para siempre. Asimismo, le pedimos que no permita más el terrible GENOCIDIO que es perpetrado contra los  JUBILADOS, a quienes la “reina madre” y sus secuaces, además de robar hasta el último peso de la ANSeS, han vetado el LEGÍTIMO 82 % MÓVIL. Seguimos esperando que la pseudo-oposición en algún momento deje de mirar para otro lado y se vuelva a tratar dicha Ley en el Congreso. Ya es hora. En tanto los JUBILADOS…
AYER APORTAMOS,  HOY RECLAMAMOS Y ALGUNOS, QUIZÁS VOLVEREMOS A VOTAR

 ZULEMA ARQUES – FRANCISCO VIOTTI

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