miércoles, 25 de abril de 2012

Voces, reclamos y esperas de jubilados (21 abr.2012)

Diario Clarin
21/04/12 - 00:19
Hace mucho que tengo una tristeza inmensa y veo que no tengo motivos para reírme ya que, a pocos meses de cumplir 62 años, no puedo vivir dignamente, tengo una pensión por la que sólo cobro 1.145 pesos de bolsillo.
No llego a mitad de mes, debo seguir trabajando, pero a veces tantas horas no puedo. El cuerpo no me da. Veo que no me puedo dar ningún gusto personal ni poder salir feliz a comprarle un regalito a mi hija y a mi nieto que cumplen años. ¿Por qué?
Y encima tengo que leer sobre los siderales sueldos que cobran los diputados. Soy sola, tener una casa no significa todo, ya que hay que mantenerla. Quiero y necesito una contestación. Que me den la receta para vivir con ese dinero.
Si está en las posibilidades de alguien, cuido personas mayores y vivo en el partido de 3 de Febrero. Señora Presidenta, cobro en el Banco Nación (N°40-5-8549480-0-1) pregunté por la PC y me dijeron que a mí no me corresponde, porque es pensión. No es justo. Espero una respuesta, y la receta.
Liliana Marchesini
razzaprincesa@hotmail.com

Soy discapacitada auditiva y padezco pérdida casi total en ambos oídos. Para comunicarme telefónicamente uso el servicio de intermediación de Telefónica para hipoacúsicos, única manera de poder utilizar un teléfono.
Ante la nueva disposición de la ANSeS, de que todos los jubilados cobremos nuestros haberes mediante tarjeta, el Bancome indicó que me comunique telefónicamente para habilitar la tarjeta, llamando al 0810-444-2667. El llamado fue realizado por un familiar, estando yo a su lado, para responder cualquier pregunta personal que le hicieran, pero la respuesta fue que el trámite es personal. No aceptan que nadie llame en mi lugar, alegando medidas de seguridad.
Por lo tanto llamé por mi único medio de comunicación, el servicio de Telefónica para sordos e hipoacúsicos, donde el personal de esta empresa atiende con la mayor corrección y excelentes modales, algo que no ocurrió con la ANSeS. No quisieron habilitarme la tarjeta. No les importa mi discapacidad, para ellos si no escucho, es problema mío.
Son los disparates, la discriminación, los abusos, la falta de humanidad, con que nos tratan por ser discapacitados. A nadie le importa si no podemos cobrar nuestros míseros haberes.
Mirta Castro
mirtacastro@live.com.ar

A los dirigentes de los gremios docentes, tan activos en sus reclamos salariales y también en otras cuestiones que nada tienen que ver con la educación pública, les pregunto: ¿por qué no se preocupan de sus ex colegas jubilados que no perciben la movilidad en sus haberes jubilatorios. ¿O piensan que ustedes, en el futuro, no se van a jubilar?
Susana Promet
pipiberto@gmail.com

Escucho con estupor que el Gobierno quiere enviar al Congreso una ley para poner un tope a los reclamos de los jubilados. Les diría a los legisladores de todos los partidos, que piensen bien antes de votarla.
Hago un llamado a todos los jubilados a anotar los nombres de los legisladores y los partidos a los que pertenecen para no volverlos a votar en la vida. Y aunque nuestra vida ya no es mucha, quedarán nuestros hijos y nietos.
Ya nos es difícil, casi imposible, que nos paguen los juicios, porque la ANSeS nos patea para adelante todo lo que puede. Parece que ya no les alcanza, ahora van por más. Si los retroactivos son elevados, es por la cantidad de años que tardan en pagarnos, además deberían actualizar la jubilación enseguida. Y pagar el retroactivo después, así al menos la gente podría ir arreglándose. Pero tal vez algún jubilado tenga que imitar al de Grecia para que reaccionen.
Amaya Uralde
amayauralde@yahoo.com.ar

A principio de mes leí que peligraba el servicio de farmacia para los beneficiarios del PAMI, ya que la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) le reclama al Gobierno nacional el pago de deudas atrasadas que rondan los $ 83 millones.
Es algo “vergonzoso e incompresible” ya que no existe explicación alguna del por qué el Estado nacional no cumple con COFA, mucho más teniéndose en cuenta que a los jubilados se les descuenta por la obra social del PAMI.
Los jubilados tendrían que tener el privilegio de una mejor asistencia, una mejor calidad de vida y no temer a quedarse sin los medicamentos que necesitan tanto como los alimentos.
Humberto Spuches
humbertocarmelospuches@hotmail.com

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