jueves, 27 de septiembre de 2012

LA ARGENTINA BAILANDO EN EL TITANIC

Mendoza

Edición Impresa: jueves, 27 de septiembre de 2012


Por Edgardo Civit Evans 

Asesor Financiero y en Comercio Exterior

En la película "Titanic", el director James Cameron muestra la irresponsabilidad de muchas personas: mientras el barco se hundía la orquesta seguía tocando y algunos bailando.

En Argentina sucede algo parecido.

Mientras hay indicadores económicos preocupantes, gastan en subsidios, clientelismo, pan y circo. No en incrementar la producción ni generar trabajo.

Desde hace 4 años padecemos una inflación que oscila entre el 25% y el 30% anual. Sólo nos superan dos países. Uno, Venezuela, de políticas similares a las nuestras.

Entre 2011 y 2012 el crecimiento fue -0,4%. Ingresamos en un proceso recesivo que, por primera vez, reconoce hasta el Indec.

La deuda pública (interna más externa) sigue creciendo. Llega a U$S. 190.000.000.000, según el licenciado Héctor Giuliano. La Argentina perdió en el Ciadi reclamos por U$S 60.000.000.000 realizados por empresas estatizadas. No hablan de esas deudas pero tendremos que pagarlas. Deberá adicionarse las provenientes de las estatizaciones de YPF, Aerolíneas y otras en trámite.

Se ha remplazado deuda externa por interna, mediante bonos a mediano y largo plazo en poder del BCRA, Anses, Banco de la Nación. En el caso de Anses implican gran parte de sus recursos.

Las reservas líquidas disponibles han disminuido peligrosamente. Redrado, Broda, Melconian, sostienen que no superan los U$S. 9.000 millones. Dudan que alcanzaría para cubrir el circulante. En otros términos, la moneda casi no tiene respaldo.

En "Carta Financiera", publicación dedicada a análisis financieros globales, un cuadro elaborado por "World CDS" cita los 10 países con mayor riesgo de caer en default.

Después de Grecia coloca a la Argentina, seguida por Paquistán, Venezuela, Portugal, Ucrania, Egipto, Irlanda, España y Hungría.

Alemania y Francia ayudan a las naciones europeas en dificultades para sostener el euro. Ningún país se expone por la Argentina.

El riesgo país está en 1.100 puntos, similar al de la crisis de 2001. El de España, con graves problemas y desocupación, está en 560 (la mitad).

Para Miguel Ángel Boggiano, master en economía, dos serían las causas para que la Argentina figure en segundo lugar entre los países con riesgo de default: 1) la prohibición de compra de dólares, que ahuyenta las inversiones, y 2) próximos elevados vencimientos de pagos.

Hace dos años decían que la crisis global no nos alcanzaría por las amplias reservas que teníamos. Ahora manifiestan que el mundo se nos vino encima. Pero países de América Latina, como Chile, Uruguay, Perú, Colombia, Brasil, no padecen la situación de la Argentina.

No se paga a las provincias las deudas que la Nación tiene con ellas, generándoles asfixia financiera. Córdoba, Santa Fe y Corrientes han iniciado acciones contra la Nación. Otras provincias quizás las imiten.

Se incrementa el gasto público nacional. Crecen los subsidios a empresas ferroviarias, eléctricas, transporte, fútbol, sociales, Aerolíneas, rutas, etc.

YPF estaría comprometida financieramente. En breve, tendrá que aumentar los precios de combustibles y solicitar créditos. Anses le prestó $ 1.000.000.000.

En 2011 la fuga de divisas superó U$S 21.500.000.000. En 2012, a pesar de las restricciones a la compra de dólares, se estima que salieron U$S 14.700.000.000; más de U$S 35.000 millones en 2 años.

Brasil confía en su economía. Ha liberado la compra de dólares que podrán adquirirse en cajeros ubicados en comercios y lugares públicos.

Con excepción de la soja, las exportaciones cayeron globalmente el 17%. Al disminuir las importaciones no se consiguen muchos remedios, repuestos de automóviles, de maquinarias. Famosas firmas se fueron del país.

Según trascendidos, en Economía pretenderían pesificar las exportaciones y sumar un 5% de retenciones a la soja. Si ello sucediera, se desplomaría el mercado de venta a término en el exterior.

Existen varios tipos de dólar.

Argentina en 1919 competía con Estados Unidos. Hace 60 años éramos la 6ta. economía del mundo. Hoy peleamos lugares con países pobres. Ocupamos el puesto 95º en competitividad.

Hace diez años Argentina exportaba energía, gas y combustibles. Ahora los importa por más de U$S 12.000.000.000 anuales.

La falta de inversión en energía es grave. La situación de Cammesa (distribuidora) es delicada. Los costos y subsidios no le alcanzan. Ha solicitado créditos por U$S 800 millones.

Empresas extranjeras rechazan invertir en la Argentina. La Organización Mundial de Comercio -OMC- y socios del Mercosur, como Uruguay, impugnan las políticas económicas de la Argentina.

Por la inflación, el atraso cambiario, elevados impuestos y trabas que generan pérdida de competitividad en los mercados del mundo, han cerrado fábricas olivícolas; frigoríficos (Cresud, el más grande de La Pampa); autopartistas, etc. Automotrices disminuyen las jornadas laborales o suspenden personal (Renault, Fiat). La producción se redujo el 7% en un año.

Existen quebrantos en zonas exportadoras de frutas, verduras y conservas, como Río Negro y Mendoza, donde cerró "Salentein Fruits", y otras.

En Buenos Aires desaparecieron 4.000 tambos.

Han disminuido 260.000 fuentes de trabajo y reducido los pedidos de empleo.

El cepo al dólar hizo caer las ventas de propiedades el 37%.

En educación descendimos a niveles increíbles. En las Olimpíadas Mundiales de Matemáticas y Ciencias ocupamos los últimos lugares. Como en el índice PISA.

Aumenta la inseguridad, tanto personal como jurídica.

Nos consideran entre las naciones con altos índices de corrupción, sólo superados por países africanos y Venezuela.

Ésta es la cruda realidad de los números y los hechos.

Nadie desea que a la Argentina le vaya mal. Quienes gobiernan deben tener la grandeza de reconocer cuando las cosas no andan bien, analizando las opiniones de aquellos que, basados en cifras, no coinciden con ellos, para cambiar lo necesario.

Pareciera que muchos funcionarios ajenos a esta situación, cobran elevados sueldos del Estado o de sus empresas. El presidente de la estatizada YPF gana U$S 2.000.000, pero la empresa es deficitaria. Como Aerolíneas.

Mientras ellos mantienen actualizados sus ingresos, a los salarios de quienes trabajan se los come la inflación. El 78% de los jubilados percibe menos de $ 1.800 mensuales. No es igual aumentar el 25% sobre $ 40.000 ($ 10.000) que sobre $ 2.000 ($ 500).

No estamos en excelente situación. Huyen divisas y empresas. AFIP controla hasta las tarjetas de débito (sobre sueldos). No aparecen inversiones extranjeras.

La fortaleza de la economía y del sistema financiero es la confianza, donde se imponen los números, no los discursos.

Los mercados no reaccionan por los deseos de burócratas. Son expertos, analistas, empresas, que estiman que la fiesta clientelística en la Argentina se está agotando y que, como en Grecia, habrá que pagarla.

Se incrementan la producción y las exportaciones y disminuye el gasto público inútil e ineficiente, o el futuro a corto plazo será muy complejo.

Decía Aristóteles, hace 2.500 años, y Perón en los ?50, que "la única verdad es la realidad", aun cuando pretendan ocultarla, cambiarla o negarla.

No se brinda información oficial sobre inseguridad, inflación, caída del nivel educativo, salud, desinversión y deuda pública. Por algo será.

Como en el "Titanic", tenemos dos graves problemas: 1) la existencia de dificultades y 2) la constante negación de los inconvenientes.

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