CARTAS AL PAÍS
16/03/13
“Hasta Bergoglio intercedió en mi reclamo de jubilado”
El lunes 11, el titular de la AFIP anunció la modificación del mínimo no imponible, mencionando que también beneficiaba a los jubilados afectados por el Impuesto a las Ganancias.
Pensé que era un muy buen imitador y me causó gracia, luego recapacité sobre mi confusión, con un lógico ataque de furia. Está muy claro que nadie nos regaló nada, tenemos haberes superiores al promedio (no de privilegio), resultado de los obligatorios aportes en blanco, realizados en más de 40 años de trabajo.
Con el objetivo de modificar este absurdo y ridículo dislate de la ley impositiva, un concepto tan fácil de entender como este, se lo expliqué ininterrumpidamente y de todas las maneras posibles, durante cinco años, a los integrantes de la Comisión de Previsión de Diputados, y últimamente con cartas documento a la Presidente; Ministerio de Trabajo; titulares de AFIP y ANSeS, e inclusive intercedió en su momento el cardenal Jorge Bergoglio, ahora Francisco, el nuevo Papa.
Mi intensa ofuscación sólo se atenúa cuando pienso que nuestras retenciones de Ganancias sirven para solidificar el multimillonario presupuesto nacional, con incomprensibles gastos, insostenibles subsidios, empresas deficitarias, un ejército de empleados públicos, etc, etc.
Es importante recordar que, si bien la mayoría de los 120.000 afectados no tenemos obligación legal de votar en los próximos actos eleccionarios, sí lo haremos voluntariamente.
Enrique Eckert
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