sábado, 27 de abril de 2013

VOCES, RECLAMOS Y ESPERAS DE JUBILADOS (27/04/2013)






27/04/2013


Voces, reclamos y esperas de jubilados

Quisiera pensar que un asunto tan grave, como es el de los inundados, no se rige por consideraciones políticas. Mi prima Noemí De León es jubilada y vive en la calle Urquiza 3878, en la localidad de Florida Oeste, Vicente López, una de las zonas golpeadas por el desastre.
El día después de las inundaciones, pasaron de la Municipalidad para constatar las propiedades afectadas. En la de mi prima entró 1,30 metro de agua. Luego de eso, nadie se hizo cargo de ayudar ante semejante catástrofe. Ni Red Solidaria ni la Cruz Roja ni Cáritas y menos aún La Cámpora, dado que dicho partido tiene un intendente no kirchnerista.

Pero hay más, y aquí es donde creo entra la política: cuando mi prima -jubilada, beneficiaria 150431779309- llamó a la ANSeS para que le otorguen el subsidio de dos sueldos durante dos meses que anunció la Presidenta, le dijeron que no tenían instrucciones de otorgar ese beneficio a la zona de Vicente López. ¿San Martín sí, Saavedra sí, La Plata sí, Berisso sí, Ensenada sí, pero Vicente López no? No se puede creer. Sería bueno saber quién da la orden en la ANSeS de no pagar el subsidio a los habitantes de Florida Oeste.
Alida De Pinto




El Banco Provincia de Buenos Aires me está estafando. El 14 de marzo, el gobierno venezolano me hizo una transferencia monetaria correspondiente a mi jubilación.
Todos saben que de Venezuela no sale un sólo dólar si no está autorizado por el gobierno a través de Cadivi, gestión que es realmente difícil para todos los que hacemos la solicitud legalmente.

El 20 de marzo acudí al Banco Provincia (sucursal Ciudad Evita) para firmar toda la documentación que se requiere para hacer efectivos los fondos. Esperaba que en una semana, el dinero fuese depositado en mi cuenta, pero hasta la fecha eso no ha sucedido.
A principio de mes se me dijo que la transferencia superaba los $ 40.000 y que, según las normas del Banco, había que llevar el caso a otras instancias, además de la Gerencia Exterior. Se me dijo además, que era posible que mi dinero fuese depositado en dos cuotas. Pues bien, el dinero sigue sin aparecer.

Esta plata es lo único que yo tengo para vivir y el Banco de la Provincia me la está negando. ¿Si esto no es un abuso o una estafa, qué es?
Rosalbina Lazarde Lunar




Soy jubilado y en septiembre del año pasado saqué en una sucursal de correo la tarjeta Argenta. Ni bien me la dieron, averigüé en dónde podía utilizarla y me costó encontrar algo interesante. Como un párrafo del contrato dice que si no se usaba a los sesenta días perdía vigencia, me quedé tranquilo.

Grande fue mi sorpresa cuando al mes veo en mi recibo de sueldo que me descontaban una cuota por la mencionada tarjeta. Allí comienza mi viacrucis. Llamar al 130, misión imposible. Correos, nada. Fui personalmente a UDAI Centro y demás, pero fue inútil.

Yo no compré nada, no pedí ningún préstamo, nada que justifique dicho descuento. Ya son 7 meses que vienen quedándose con mi plata injustamente. Yo quiero saber a qué bolsillos van los importes que me están descontado sin yo haberla utilizado ni autorizado. Pido a la autoridad que corresponda una pronta solución y que la den de baja. Me siento estafado.
Felipe Oliva



Estimado Gelmino Dal Bello, con respecto a su carta del 22 de abril defendiendo al Gobierno nacional, le puedo responder algunas cuestiones que plantea.

El Gobierno no ”da” dos aumentos anuales a los jubilados; estos aumentos corresponden al cumplimiento de una ley nacional: la de Movilidad Jubilatoria.

El 13% que nos descontaron de nuestros haberes durante más de un año, fue devuelto en su totalidad en 2003 a todas aquellas personas que habíamos presentado un amparo, algo imposible de hacer si termina de aprobarse en el Congreso el paquete de leyes para la mal llamada “democratización de la justicia”.

No creo que tengamos tanta “suerte” de “tener a Cristina como Presidenta” ni a su “modelo”, como usted afirma, ya que vetó el 82 % móvil aprobado por ley del Congreso, mientras los fondos de la ANSeS se dilapidan. Ninguna “mano nos da de comer”. Lo que cobramos ya lo pagamos, con aportes reales, a lo largo de más de treinta años de trabajo.
Cristina Berg



Ahora vivir de lo ajeno se llama “regalías”. Sin embargo, ningún jubilado recibe ninguna regalía de una Presidenta millonaria ni de otros funcionarios enriquecidos con el dinero del pueblo a pesar de que, delante de las narices de los mayores, saquean sin escrúpulos los ahorros de más de 40 años de trabajo depositados en la ANSeS.
Alba Cuozzo

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