lunes, 27 de mayo de 2013

POLICÍA MUNICIPAL MARPLATENSE




POLICÍA MUNICIPAL MARPLATENSE
Un delirante proyecto que hace agua

Por Miguel Ángel Reynoso (*)

No hace mucho y en oportunidad de la inauguración de las sesiones del Concej Deliberante de General Pueyrredón, en su mensaje el Intendente Municipal del Distrito Contador Gustavo Pulti, sorprendió a todos con un sorprendente anuncio: La decisión de crear una fuerza policial municipal armada para revertir la creciente inseguridad en la jurisdicción de su administración.

Por supuesto desde APROPOBA se alzó la primera voz de alerta sobre tamaño despropósito haciendo llegar tanto al Intendente Pulti, como a la totalidad de los concejales, al Coordinador Municipal de Seguridad y a los medios y periodistas mas destacados un resumen de poco más de diez carillas fundamentando desde el punto de vista profesional la imposibilidad legal de que ello se concrete, como también la inconveniencia practica de las policías municipales según bien lo indica la experiencia de casos latinoamericanos como México y Venezuela y la tendencia mundial a la centralización de las fuerzas policiales, no recibiendo por supuesto desde el ámbito político contestación alguna.

Pasada la sorpresa de los primeros momentos entre la ciudadanía en general, las instituciones que la representan y también desde los partidos políticos no oficialistas, comenzaron a considerar seriamente el anuncio y poco a poco y pese a la carencia de información detallada sobre el mismo se fue haciendo la luz y comenzó a emerger la realidad oculta detrás del anuncio; la pretensión de instaurar una nueva sobretasa destinada al gasto que la iniciativa originaría y de cuyo cobro sobredimensionado la comuna podría obtener algunos recursos para paliar la gravísima crisis financiera que actualmente sufre, mas teniendo en cuenta que de acuerdo a los primeros informes los dos/tres primeros años resultarían prácticamente de preparación de la nueva fuerza que recién podría, en el caso improbable de que legalmente se la habilitara, estar en condiciones de actuar pasado dicho término.

A pesar de que la campaña oficial se centraliza en enunciar el innegable deseo de la inmensa mayoría de los ciudadanos a mejorar la seguridad pública con lo que se apoya el proyecto con una consulta popular, como si se tratara de la apertura de una nueva plaza y no de un tema de la importancia señalada donde los errores se pagan en costo de la pérdida de bienes y sobre todo vidas humanas, poco a poco el globo se ha ido desinflando y gran cantidad de entidades y ciudadanos ha comenzado a ver lo que se oculta y a exigir mayor información.

Hasta sectores políticos primeramente entusiasmados ya han abandonado la nave poniendo objeciones sobre todo en la cuestión del financiamiento, sumándose a la mayoría del arco opositor. Claro que siempre habrá instituciones o personas que por distintos intereses apoyen la idea, o al menos la apoyen aquellos que la representan, resultando más que inexplicable que precisamente la Asociación de Familiares de Víctimas del Delito lo hagan cuando desde su dolor deberían haber entendido hace tiempo que la responsabilidad en la inseguridad es eminentemente político.

Lo cierto es que a muy pocos días de la consulta popular indicadores no oficiales indican que más del 70% de la ciudadanía resulta opositora al proyecto, porcentaje que aumenta día a día, como también suenan las voces de alarma de quienes afirman que no existe seguridad alguna sobre el recuento de los votos ya que a los integrantes de la junta electora los eligiera el mismo oficialismo.

Esta innegable realidad ha hecho redoblar esfuerzos del ejecutivo municipal, que en lugar de recoger velas y campear el temporal de la mejor forma redobló la apuesta sumando la distribución de folletería de alta calidad y colocación de mesas en las esquinas atendidas por jóvenes gasto que por más que se señale como “inquietudes de vecinos”, todos sabemos con que fondos se pagan. Es mas no se ha dudado tampoco en traer pseudos especialistas de todas partes del mundo para “asesor”, aunque la experiencia de un promocionado holandés que apoyaría la idea resultó al menos frustrante cuando desde APROPOBA alertamos que su país hacia rato que había abandonado la idea por el fracaso que había significado la municipalización de la policía y que el hombre al parecer no dijo “ni pio” sobre el tema y se abría limitado a generalidades que por otra parte aunque estemos en el fin del mundo todos conocemos. Sobre los gastos que ocasionan estos disertantes también la sociedad ha puesto el ojo y exige respuestas que hasta ahora no se dan.

APROPOBA, fiel a su compromiso no solo con los derechos del trabajador policial sino también la difusión de conocimientos profesionales que hacen a la cuestión de la inseguridad ha venido participando en cerca ya de veinte programas radiales, varias publicaciones en medios gráficos, reuniones vecinales y de partidos políticos y programas televisivos, que por supuesto no integran la lista de medios estrictamente adictos al gobierno municipal haciendo conocer sus verdades y poniéndose a disposición de quienes quieren conocer otros puntos de vista.

Por supuesto que el mayor asombro de los marplatenses se manifiesta cuando toman conocimiento que el principal vendedor del producto a la comuna local no es ni más ni menos que el Dr. Binder, integrante del equipo del entonces Ministro de Seguridad Bonaerense Arslanián a cuyos dislates y a la destrucción del sistema de seguridad provincial se debe precisamente la situación de inseguridad actual. (“De aquellos polvos son estos lodos”, como dice el viejo refrán), personaje que ahora pretende precisamente ser el salvador de la situación, (a su justo y debido precio).

La cuestión es que el proyecto ya hace agua por los cuatro costados aunque aún cuando reste el dictamen sobre la cuestión legal que ante una presentación en el fuero en lo contencioso administrativo sobre su viabilidad falta resolver y pese a los ingentes esfuerzos de la marinera oficialista de funcionarios y seguidos comprometidos que hasta mienten sin sonrojarse en cuanto medio se les presente pero que evitan cuidadosamente enfrentarse en un debate con conocedores como hasta ahora lo han hecho negándose a conversar el tema con representantes de esta entidad, el barco se hunde sin remedio y salvo la posible trampa en el recuento de los votos cuyas autoridades también designa el oficialismo el resultado será claro y contundente.

Nos queda la tranquilidad de conciencia de haber ofrecido el asesoramiento desinteresado y gratuito para que las autoridades marplatenses evitaran el bochorno, aunque entendemos que muchos veces el punto de vista desde la política resulta distinto al del simple mortal por mas conocedor que sea, porque por lógica de ese ámbito generalmente lo que se pueda gastar inútilmente no tiene ninguna importancia mientras deba afrontarlo el sufrido contribuyente.

(*) Miguel Ángel Reynoso es Comisario Inspector (R.A.) y Secretario General de APROPOBA (Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires)

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