lunes, 24 de junio de 2013

El kirchnerismo cada vez más cerca de perder la presidencia de Diputados







junio 24, 2013




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El kirchnerismo empieza a librar una batalla que jamás imaginó. Si las actuales encuestas se mantienen, el Frente Renovador de Sergio Massa podría llegar a obtener alrededor de 15 diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires y el Frente para la Victoria no más de 8. De concretarse estos resultados, el kirchnerismo perdería la mayoría propia de 133 diputados que hoy tiene en la Cámara.


A fin de año, entonces, Julián Domínguez podría ser defenestrado de la presidencia del cuerpo, mediante un acuerdo entre los bloques de la UCR, el FAP el peronismo disidente y el PRO. Éstos hoy suman 100 diputados, que podrían incrementarse en octubre próximo y a los que se sumarían algunos independientes y los massistas. De acuerdo a la ley de acefalía 25.716, el presidente de la Cámara de Diputados, en caso de falta de presidente y vicepresidente, se hace cargo del Poder Ejecutivo en caso de que el Presidente Provisorio del Senado no lo haga. En esta nueva perspectiva, los futuros diputados massistas, en su mayor parte kirchneristas ahora disidentes, podrían ser los encargados de inclinar la balanza, es decir, decidir si el gobierno se desliza hacia el abismo al perder el timón de la Cámara Baja.

 Si la oposición llega a hacerse cargo de la Cámara Baja, el oficialismo quedaría jaqueado. El 3 de diciembre del 2009, la oposición estuvo en condiciones numéricas de remover a Eduardo Fellner de la presidencia de Diputados, pero Elisa Carrió, probablemente para evitar que el peronismo disidente tomara vuelo, se opuso tenazmente, argumentando que la tradición parlamentaria obligaba a que la presidencia de la Cámara siguiera en manos de la primera minoría.

Pero el cristinismo también corre el riesgo de perder el control del Senado, por ejemplo, si Daniel Filmus no consigue el segundo lugar en la elección porteña (hoy está tercero). No por nada el gobernador de Santiago del Estero, el radical K Gerardo Zamora, acaba de inscribirse como candidato testimonial a senador nacional.

Los planes de lluvia


Con estos sombríos presagios, es lógico que en la intimidad de Olivos se empiecen a hacer previsiones para un blindaje en caso de pérdida del poder e inicio de una inevitable persecución judicial generada por las crecientes causas relacionadas con la corrupción.

Todo esto mientras públicamente los operadores K agitan con desesperación las banderas de la reforma constitucional. En el 2015, Santa Cruz no elige senadores, así que CFK solo podría ser diputada nacional o intentar quedarse con la gobernación. El otro plan de lluvia, mucho más ambicioso, consistiría en que Cristina sea gobernadora de Buenos Aires. La aparición del massismo hace dudar que el Frente para la Victoria pueda ganar sólo una elección provincial dentro de dos años.

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