miércoles, 24 de julio de 2013

Con el 3% de inflación en julio, el kirchnerismo está acorralado





julio 24, 2013





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Este julio está finalizando como un mes negro para el cristinismo por tres cuestiones políticas que dejan en claro su doble discurso permanente. Nos referimos al acuerdo con Chevron, la no presentación de Ricardo Jaime cuando fue ordenada su captura y el pedido para postergar el tratamiento en el Senado del ascenso del general César Milani. Éstas y otras situaciones políticas es posible que no incidan en el votante del conurbano profundo, pero sí en la Capital Federal, donde Daniel Filmus mantiene un caudal superior al 11% que obtuvo Carlos Heller en el 2009. Se produjo entonces un hecho económico relevante como es que la inflación acumulada de julio es de más del 3%. Y no sólo se trata de alimentos, rubro en el que fue mayor todavía.

Con estos y otros datos, al cristinismo le costará remontar la ventaja que tiene Sergio Massa desde que lanzó su candidatura. Algunos encuestadores sostienen que, a medida que pasan los días y la mayoría de los votantes del conurbano sepan que el poco conocido Insaurralde es el candidato de la presidente y de Scioli, el mismo podría descontar un 1% o algo más por semana.

Esto, sin embargo, ningún encuestador lo está poniendo por escrito en las encuestas publicadas en los matutinos, sino que más bien se expresa en comentarios televisivos que los consultores hacen en los programas de cable como una ayudita para cumplirle el cristinismo. También habría habido en algunos casos pagos o visitas de la AFIP para conseguir que se diga que el intendente de Lomas se acerca a Massa. Si éste gana por 10 ó más puntos, varios podrían entonces perder el prestigio acumulado hasta ahora.

Tiempo de operaciones


Sobre cuál será el número final del Frente para la Victoria en Buenos Aires, los pronósticos se dividen entre el 30%, el 35% y también el 37%. También vale apuntar que entre los votantes del intendente de Tigre estarían muchos de los participantes de las tres grandes marchas multitudinarias del 13S, 8N y 18A. En muchos casos se trata de gente defraudada defraudada por haber votado a CFK en el 2011, cuando obtuvo el 54%. Hay encuestadores que aseguran que el gobierno perdería un 20% de los votos, lo que en realidad haría que el cristinismo descorche champagne.

 Pero de ahí a que el oficialismo obtenga finalmente menos del 30% a nivel nacional hay un corto trecho. Un resultado así provocaría un desbande entre los que todavía apoyan al Frente para la Victoria y sus aliados naturales, y más teniendo en cuenta que en octubre la economía no le dará alegría alguna a la gente como para votar al gobierno. Todo esto aunque las usinas oficiales difundan crecimientos a tasas chinas, cosechas récord que no existen y consumos extraordinarios que los comercios no confirman. Y una señal, el retroceso en el Senado del pedido de acuerdo para general Milani, demuestra que el gobierno está débil y que el jefe de Ejército hoy está entre quedarse como general de división, irse a su casa o, en el peor de los casos, partir hacia el penal de Marcos Paz, donde los esperan con los brazos abiertos.

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