domingo, 25 de agosto de 2013

Cristina amenazada por sus propios fantasmas





agosto 25, 2013

En toda acción que la contradice, Cristina, ve una corporación golpista que no quiere dejarla gobernar. Para ella, Gobernar es hacer lo que se le cante -disculpen la crudeza del idioma- y, todo acción que le ponga un límite, sea esta el voto popular, un fallo judicial o una opinión en contrario, es el demonio corporativo que pasa todo el día pensando en como destruirla. Si lo cree o no lo cree es anecdótico. Es lo que afirma y es lo que repiten sus voceros de siempre.

Cristina percibe en toda opinión honesta y contraria, un desafío a su autoridad. No es así en lo absoluto. Y, aunque haya efectivos desafíos, estos son más provocados por el estilo presidencial de no dar márgenes al diálogo honesto con vocación de acercar posiciones antes que dominarlas, que por la vocación de encontrar una convivencia con consensos de gobernabilidad.

De todas maneras, la realidad para Cristina es su realidad. Todo lo demás es una contra realidad, una mentira, una farsa, una conspiración. ¿Paranoia?… ¿Inseguridad? No. Cristina es muy inteligente, solo que cree que es la única inteligente y que los demás son de palo.

Cristina cree que los empresarios que estuvieron presentes durante el “diálogo”, la acompañan porque asintieron con la cabeza cada afirmación presidencial. Cristina no sabe, no quiere saber o nadie se lo dice, que, muchos de esos empresarios, cuando salen de las reuniones no trepidan a decirle a otras personas que… “mejor no pelearse, esto termina y nosotros seguiremos siendo siempre empresarios. Ella cree que nos humilla, nosotros creemos que se auto engaña. Ella desfilará por los tribunales, nosotros seguiremos haciendo negocios”.

El periodista Mariano Obarrio decía ayer…: “La presidenta Cristina Kirchner vivió ayer una jornada de nerviosismo en Olivos por la sucesión de temas conflictivos en su agenda. Sigue sin encontrar una compensación de la recaudación que resignaría con la rebaja del impuesto a las ganancias para los trabajadores en relación de dependencia, una medida que quiere anunciar como principal carta electoral”.

“Se está avanzando, pero todavía no hay precisiones”, dijo una alta fuente gubernamental. En la Casa Rosada se busca que la medida tenga impacto en la campaña hacia las elecciones legislativas del 27 de octubre próximo, pero a la vez se quiere evitar que el costo complique en exceso los próximos ejercicios fiscales.”

Estos mismos comentarios que le llegaron a Obarrio, muestran brutalmente la distancia sideral que hay entre el humor político social y la percepción de solución que tienen en el oficialismo. Pensar que hoy por hoy con correr un poco o mucho el impuesto a las ganancias, cambiará la decisión electoral advertida en las PASO es de una ingenuidad o una ceguera que impresiona.

Es como si el “relato”, construido para la sociedad, se lo hayan creído los propios guionistas. Es claro que; corra lo que corra el impuesto a las ganancias, el efecto electoral será ínfimo o incluso NULO. ¿Por qué? Porque ese segmento de la población es ínfimo, ya es epidérmicamente antikirchnerista y 1000 pesos más o menos no les cambiará en lo absoluto la sensación de que decenas de miles de pesos les fueron birlados durante los últimos dos años, que; en el aumento del próximo semestre -medido desde el INDEC- volverán a incorporarse a los aportantes y que la inflación les tragará la nueva capacidad de compra. En otras palabras, tomarán el dinero pero no modificarán ni un centímetro su decisión política personal.

El romance se destruyó, el cristal pegado no suena igual que el cristal original. 

Ninguna medida de estas que consideran cambiará el humor social de cara a Octubre. Y las medidas que podrían incidir en algún cambio de humor son ajenas a la esencia de Cristina Fernández. Entre otras cosas, porque en el fondo no quiere dejar el poder y quedar expuesta a desfilar por los tribunales, dejar de tener una flota de aviones oficiales o los de alquiler a un costo de cientos de miles de dólares cada vez que se sube, o tantas otras ventajas que sólo la Presidencia de la Nación provee.

Además hay otro tema. Están los valientes de siempre que ahora perciben que sus palabras sobre la naturaleza del cristinismo son escuchadas…, pero también están los valientes de ahora, que eran los cobardes de antes, que ante la imagen de un sistema político herido, cargan sobre él con la dureza y la crueldad de los conversos. 

La sobreactuación de los que tienen que compensar hoy, sus miserias de ayer.
Estos últimos, serán quizás, muy seguramente, los más crueles. Lejos de Judas, se pasarán a las filas de los legionarios romanos para asistir a la crucifixión de quien adoraban. Y que se entienda bien, no estoy haciendo un paralelismo de figuras sino de conductas.

A esta altura de las circunstancias no importa ya demasiado si Moreno, Kicillof, De Vido, Lorenzino, Timerman u otros renunciaran para dar entrada a figuras que oxigenen la administración del cierre de ciclo. Porque el tema es que no las habrá. 

Ningún funcionario de otra administración, empresario, intelectual, etc., de prestigio, aceptará cargo alguno en una administración en definitiva declinación. ¿Patriotas? Imposible. Y no porque no los haya, sino porque no se le puede pedir a un “patriota” que oxigene las filas de quienes lo demonizaron durante años.
 Lic. Rodolfo Patricio Florido

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