sábado, 31 de agosto de 2013

SEÑORA PRESIDENTA: LE MANDO EL PLAN







SEÑORA PRESIDENTA: LE MANDO EL PLAN (Parte II).
La “bala de plata”, para los próximos 90 días.
                                                                                            
Lic. Jorge Ingaramo
 

La vida continúa después del 27 de octubre. Faltan 67 días, pero yo le mando un Plan para los próximos 90. No pretende corregir todo, pero muchas cosas se pueden acomodar, y tomar decisiones racionales -sin tanto apremio-, ante la profunda distorsión de precios relativos. Se viene la reunión del G-20, hay que decidir dónde estamos en la Región y en el mundo y, si es posible, retomar el kirchnerismo original como lo fue el de Néstor, entre 2003 y 2007, en circunstancias internacionales que empiezan a parecerse.
Las tres opciones politicas de la presidenta.
a)             Negar la realidad; le va a ir peor, aunque no pierda diputados, será difícil gobernar 28 meses.
b)             El gatopardismo: dar soluciones "a la medida", o sea gobernar para Milagros Sala en Jujuy, Sapag en Neuquén, para los usuarios de la línea Sarmiento o para Gioja y la minería de San Juan. El aumento del mínimo de ganancias sería parte de esta estrategia, que tampoco le redituaría demasiado. Si su Delfín es Scioli, no creo que con esto sea suficiente, pero puede intentarlo; y
c)             Sorprender y fortalecer a un Delfín, para los 28 meses que le restan de gobierno. Esto es, anunciar y ejecutar, con un Ministro de Economía “serio”, al menos el Plan de 90 días que va a continuación: 

La  Macro.
  1. Desdoblar, por 90 días, el Tipo de Cambio y anunciar que el mismo 28 de octubre, el lunes “después”, se comunicará cómo sigue la política monetaria y cambiaria. Hoy, no hay mayor horizonte que éste, para un anuncio creíble. Habría un Dólar Financiero - Turístico, para importaciones prescindibles, el turismo, etc.,  a $8, que se pondría en marcha ya. Para las cosas importantes de la economía real, y el pago de la deuda de las empresas privadas con el exterior, se asegurará una devaluación de $ 0,03 (tres centavos) por día hábil, para llegar al 28 de Octubre, con un dólar comercial de $7. La política monetaria sería lo suficientemente contractiva, como para que la liquidación de divisas, no provoque inflación. El BCRA cuidará la moneda, subiendo la tasa de interés de las LEBAC, todo lo que haga falta. En algún lado, tiene que explicitarse que se está dispuesto a “quemar las naves  .

  2. Eliminar las Retenciones de las exportaciones de economías regionales. Bajar las del trigo, el maíz y el girasol, a no más de 10%, pero con entrada en vigencia en la nueva cosecha (1/12/13 para trigo y girasol y 1/13/14 para maíz). Esto no debería impactar en los precios antes de diciembre. Hay que asegurar la renta agraria de 2014, para no tener que emitir, tener un “Programa Monetario” y un SEÑOR Presupuesto. Por ahora, habría que suponer una soja FOB no superior a los U$S/tn 450 y un maíz en torno a los U$S/tn 200. Los números para los alquileres de los campos y los planes de siembra, requieren que se aseguren los costos hasta diciembre (menor inflación) y se permita minimizar el riesgo-precio, en los mercados de futuro.
  3. Iniciar un plan hidrocarburífero a la manera de Alfonsín, con el plan Houston.  Eliminar los dos decretos de Axel Kicillof, inclusive  transparentar la negociación con Chevrón, para pasar a un modelo ultra-competitivo de licitación de áreas, que compita, por inversiones, con la privatización en curso de PEMEX y consiga reducir, en 2014, las importaciones de gas, principalmente. Dar libre disponibilidad del crudo, facilitar el movimiento de divisas y la remesa de utilidades y, si hace falta, reformar la Ley de Hidrocarburos, previendo la captación por el Estado de la renta petrolera, por la única vía de los Derechos de Exportación. Negociar, en este marco, el pago de la deuda con Repsol, mediante la captación y transferencia (a plazos lógicos) de nuevos ingresos por Derechos de Exportación.
  4. Reiniciar la política de “sintonía fina” en materia de subsidios, insistiendo en no regalarle recursos públicos a los sectores de mayores ingresos, que aunque los reciben, igualmente NO votan al oficialismo. Hay que evitar, por todos los medios, creación monetaria para el Sector Público y destinar este instrumento de política, sólo al manejo monetario derivado de la compra de las divisas. Aprovechar las  bajas necesidades energéticas de septiembre a diciembre, para recomponer las cuentas fiscales, sabiendo que tardará dos años sustituir los subsidios al consumo por “precios de racionalidad económica”, acompañados por una tarifa social para los más pobres. .
  5. Hacer una política monetaria lo suficientemente contractiva, como para evitar -mediante una baja instantánea de la tasa de inflación, por un "acuerdo social"- la reapertura de las paritarias, ante una eventual derrota electoral. 


Ser Estadista.
a)             Concurrir a la reunión de G-20, del 5 y 6 de septiembre, en San Petersburgo, con una propuesta que "asombre al mundo" y que demuestre que le estamos poniendo el pecho a las balas. Reabrir las negociaciones para efectuar pagos al Club de París, durante 2014 y reconocer que parte importante de la bonanza que vivieron los emergentes, en los últimos siete años, se fue agotando y que no nos va a temblar el pulso para hacer lo que haga falta, para enfrentar la nueva situación. 
b)             Reanudar rápidamente las negociaciones con Brasil, antes que se produzca la reunión de Obama con Dilma, en octubre y ofrecer al mundo la visión de un Mercosur capaz de reformularse, inteligentemente y de modo consensuado. No perder las ambiciones implícitas en el Tratado de Asunción.
c)             Hablar con el Presidente Piñera, de Chile y resolver las cuestiones de comercio, minería y de transporte aéreo, que están pendientes de negociación. 
d)            Reabrir rápidamente las negociaciones del Mercosur para proveer reglas de juego claras para las futuras inversiones, en la región, y en respuesta al rápido avance que se está observando en la Alianza del Pacífico. Retomar el modelo de “acuerdos bilaterales”, como fuera en su momento el automotriz. Aplicar consensuadamente listas de excepción, diferentes a las actuales y establecidas “de prepo”.

¿Por qué un Plan de 90 días?
La Presidentano tiene demasiado tiempo. Ya no tiene todas las balas disponibles y  le quedan unos pocos tiros. En el propio oficialismo se habla de “gobernabilidad” y de “golpe institucional”. Por eso, tiene que garantizar. 
a)              Que el avión que conduce, tiene un Comandante que responde a la torre de control y está dispuesto a usar aeropuertos alternativos. 
b)              Que "algo tiene pensado", y ya lo está poniendo en práctica (ante la eventualidad de un fracaso electoral), para garantizar la gobernabilidad por 28 meses. 
c)              Que puede retomar, después de octubre, una continuidad “más moderada” del primer kirchnerismo económico, en el marco de una situación externa más parecida a la que enfrentó Néstor en 2003/2007, cuando la soja valía menos de U$S 260 y todavía China no era el aluvión que fue después, y que tantos beneficios nos trajo. Si esto se logra, pueden volver, en 2015, los "superávits gemelos" y aquél modelo de Tipo de Cambio alto, que creaba empleos. No vendrían mal, incluso para la oposición, que podría ser relevo, dos años de réplica al modelo de 2003-07. Vale la pena intentarlo, a la espera de la “continuidad con cambio”.

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