domingo, 27 de octubre de 2013

MAÑANA …

La caja de Pandora           
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si el caballo piensa, se acabó la equitación


   (27/10/2013)





Por Malú Kikuchi




El país está votando. Faltan horas para conocer los resultados. Pero basándonos en las primarias y en las encuestas, el panorama se supone bastante claro. El padrón es de más de 30 millones, se renuevan a nivel nacional 127 bancas de diputados, de las cuales 80 pertenecen a la oposición y sólo 47 al FVP. En el senado se renuevan 24 bancas y 15 son del oficialismo.

Aún si el triunfo de los opositores fuera aplastante, el FPV guardaría todavía mucho poder. Pero 10 años es un tiempo exagerado para una democracia, que aunque deforme y enclenque como la argentina, es una democracia. El pueblo suelen impacientarse cuando la economía se desbarranca y la inflación le devora los ingresos, que es lo que sucede. Entonces…



Algo va a cambiar, algo debe cambiar. Pero no va a ser de golpe como en una elección presidencial, hay que recordar que quedan 2 años, exactamente 25 meses y 15 días para que Cristina o el que la reemplace en caso de ser necesario, termine su mandato constitucional: 10/12/2015.

Teniendo los plazos establecidos por la CN en claro, hay que pensar que la cámara de diputados va a ser un mosaico. La llamada oposición va a estar muy fragmentada, al mejor estilo del parlamento italiano y la capacidad argentina para consensuar es más que limitada.

Van a tener que hacer un esfuerzo fenomenal para ponerse de acuerdo en casi todo. Y como venimos de la cultura política de la obediencia y no de la civilizada negociación, va a ser difícil para ellos y frustrante para nosotros. El pueblo creció más rápido y mejor que sus dirigentes. Y recordemos que el ejecutivo tiene el poder de vetar cualquier ley.

Además hay que tener en cuenta varios escenarios probables, ya que Argentina no es un país previsible. 1) Cristina vuelve a hacerse cargo del ejecutivo, con su salud en perfectas condiciones. En ese caso, escucha el mensaje de la gente y empieza a hacer los cambios imprescindibles para pagar la fiesta que ya no es, – arreglar con los holdouts, con el Club de París, con el CIADI, volver al mercado de capitales, buscar inversión genuina, de a poco sincerar las tarifas, etcs… -, y despeja el camino para su sucesor. Conociendo el carácter de la señora, ¡difícil! Pero nada es imposible.

2) O sorda, “necia y terca” (ella se definió así)  sigue profundizando el modelo, lo que implica que nos hundamos más rápido en el próximo “rodrigazo”, default incluido. Hecho que puede suceder durante su mandato, como a Alfonsín, o puede dejárselo en herencia al presidente que le siga, como a De la Rúa. En cualquiera de los dos casos, el más castigado va ser el pueblo. Como siempre.

3) También puede hacer la plancha y que sea lo que el destino decida. La “nac&pop” como bandera, Laclau como consejero espiritual, el maoísta Zanini manejando desde las sombras, Moreno  dueño de la economía, sin olvidar a Kicillof; D´Elía y Bonafini como voceros, y Timerman para dañar un poco más las relaciones exteriores de Argentina con el resto del mundo civilizado. Por supuesto, en este caso también el pueblo sería el castigado.

4) Puede volver a hacerse cargo del ejecutivo sin estar en perfectas condiciones de salud, algo que el pueblo nunca sabrá ya que lo esconderán, como tantas otras cosas, prolijamente. En este caso presidirán, o no, Zanini, ¿Máximo?, Moreno y puede que Parrilli. Las consecuencias serían las mismas que en los casos anteriores (salvo el 1°), todo estallaría y el pueblo pagaría los platos rotos.

5) No soportando la derrota, aunque siempre puede alegar que no es “su” derrota ya que ella no participó de los finales de la campaña y se la puede endilgar a Scioli, Insaurralde y Cabandié, enferma, con la prohibición de sus hijos y médicos de seguir al frente de este complicado país, puede renunciar y dejarnos de regalo a Boudou, que ha dejado de ser Amado hace tiempo.

6) El PJ, que aunque sea “una cáscara”, todavía es, y la oposición fortalecida por las elecciones, obligarían al vice a renunciar, lo mismo que a Rojkés. Asumiría la presidencia de la Asamblea, como lo establece la CN, Julián Domínguez, presidente de la cámara de diputados, y entre las dos cámaras, sumando a los gobernadores, como lo indica la *ley de acefalia, se elegiría presidente hasta cumplir mandato, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Hasta el 10/12/2015. Y debería, como en el 1°punto, intentar que Argentina volviera a la normalidad.

Una tarea de titanes. O pudiera ser que hubiera muchas otras opciones, Argentina es un país lleno de sorpresas, no todas ellas agradables. Esperemos lo mejor para la nación y para nosotros.

Mañana, la palabra mañana siempre me pareció la más linda palabra del castellano, y no me refiero sólo al significado, que es esperanzador la mayoría de las veces, sino al sonido. Tiene tantas “A”, que la palabra suena abierta, amplia, se agranda a medida que se la pronuncia. Y si en vez de decir (la) mañana refiriéndonos al horario, decimos (el) mañana como sinónimo de futuro, a partir de hoy, políticamente hablando, suena a posible república con todo lo que ello implica: respeto por las libertades individuales, respeto de las mayorías por las minorías, división de poderes y la vigencia de todas las garantías establecidas en la Constitución Nacional.

Espero que el mañana argentino sea infinitamente mejor que el hoy, con más controles y más límites al ejecutivo y con  menos amenazas al judicial. Por ahora es sólo una esperanza con bases probables. Dependerá de las acciones de la dirigencia que no responde al FPV, pero tendremos el honor de saber que la sociedad en su conjunto, creció. El mañana dirá si los políticos electos para representarnos estarán a la altura del pueblo que los votó, o si, pequeños, obtusos y sin comprender que los tiempos cambiaron, se quedaron en el pasado.

Mañana debería significar esperanza. Esta vez dependerá de los votados y no de los votantes. Nosotros ya habremos hecho nuestra parte. Les tocará a ellos actuar. ¿Estarán a la altura de su responsabilidad?
  • Ley de acefalía N° 25.716

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