jueves, 24 de octubre de 2013

SOMOS DOS PATRIAS ENFRENTADAS

VOTANDO uno elige "la patria" que quiere vivir, ya sea por sus
recuerdos, por el amor que nos inculcaron nuestros mayores, o porque
la experiencia nos indica quer es lo mejor para mi y mis
descendientes....!!

 
Expresiva carta de Andrea Paloma Alarcón.
Decididamente no soy compatriota de Hebe de Bonafini, ni de Estela de
Carlotto. Es algo que he descubierto, que pertenecemos a distintos
países. No sólo pensamos distinto, somos de países extranjeros.

Tampoco soy compatriota de Garré ni de Verbitsky. No canto el mismo
himno que Lubertino, ni mi bandera es el trapo colorado que pusieron
en el mástil de la ESMA,  cuando las tropas de ocupación de los
Kirchner convirtieron esa casa de estudios en una quermese de la
mediamemoria.

Toda esta gente no pertenece a mi Patria.

Los padres de mi Patria no son Rodolfo Walsh ni Mario Santucho. Mis
próceres no son el Che Guevara ni Azucena Villaflor. No me importa
cuántas calles, estaciones de trenes o plazas llamen con sus nombres.

El padre de mi Patria es José de San Martín, al que le quitaron la
guardia de honor de Granaderos que custodiaba la casa donde nació.

Los héroes de mi patria son el Capitán Pedro Edgardo Giachino a quien
le bajaron el cuadrito un grupo de concejales alcahuetes de Mar del
Plata; Belgrano, que es general y no doctor, porque con las armas
ayudó a forjar esta Nación y no con el código civil.

Tampoco el código civil que quieren inventar es el de mi patria, ni el
matrimonio entre personas del mismo sexo es una institución que yo
respete.

Sus instituciones no son las mías. El INADI no me representa porque
"Betty" puede decir lo que le venga en gana de la Iglesia de Cristo...
porque es judía... pero un católico no puede sugerir nada parecido
sobre el judaísmo  sin recibir una sanción. Al fin de cuentas, los
católicos estamos para el cachetazo, lo afirma el Evangelio.

Un preso político no puede estudiar en la cárcel debido a que un
profesorucho lastimoso se niega a darle clases y a eso lo llama el
INADI "objeción de conciencia". Eso no es discriminación para las
instituciones de la patria extranjera pero una funcionaria del
Registro Civil no se puede negar a casar a dos homosexuales por
objeción de conciencia porque es discriminatorio, ni un médico a hacer
un aborto, porque pierde su trabajo.

Digámoslo de una vez, somos dos países distintos viviendo en un mismo
territorio. Dos países que a esta altura entiendo irreconciliables,
que se alejan más y más y cada día tenemos menos que ver uno con el
otro.

La pregunta es: vamos a hacer algo al respecto? Porque el trapo
colorado nunca va a ser mi bandera ni el Che Guevara el padre de mi
Patria. Nunca voy a aceptar sus banderas, sus próceres, ni sus
instituciones, y el enfrentamiento se volverá cada día peor.

Qué se hace cuando un grupo de la población es enemigo de otro? Cuando
no nos dejan vivir según nuestras creencias y quieren forzarnos a
vivir según las de ellos. Se divide el país? La secesión es la
respuesta? Que hicieron otros países? Alemania, por ejemplo, hizo un
muro y listo, no se vieron las caras durante cuarenta años hasta que
una de las patrias desapareció, producto de la realidad inclemente que
todo lo nivela. ¿Es esa la respuesta? ¿Tendremos que levantar un muro?
¿Podremos sacarnos de encima la población que no pertenece a nuestra
Patria? Se irán de nuestro país o tendremos que irnos nosotros? ¿Nos
los sacaremos de encima pacíficamente o tendremos que pelear? ¿Es que
estos tipos nunca tuvieron un trabajo genuino y su patria es una
ficción que parasita la nuestra. Acaso alguien en la Cámpora puede
distinguir un trigal de un campo de soja? Lo dudo.

¿Aceptarán pacíficamente que además de cacarear tienen que sembrar la
tierra? ¿O tendremos que blandir el sable para explicarles que no
somos el combustible de su vida fácil?

LA PATRIA, DULCE SUEÑO.

Despierto como de un dulce sueño y recuerdo los actos de la escuela
"Nuestra bandera es blanca y celeste...como el cielo que hizo el
Señor...es la bandera más linda del mundo...porque la alumbra el sol
del amor...".

Ahora se que algunos de mis contemporáneos tenían otra bandera, que el
Señor era para ellos una imposición patriarcal y el amor un prejuicio
burgués, cuando no una neurosis. Los adivino apretando los puños
cuando oían sobre las glorias de San Martín, del altruismo y el valor
de nuestros próceres, del sacrificio de los jujeños en su éxodo hacia
Tucumán, de nuestros mártires en el Monte Tucumano peleando contra la
guerrilla, de Güemes y su hermana Macacha, la visión de Roca hacia el
desierto y de los extranjeros como Liniers o Brown que se enamoraron
de esta Patria en expectativa, cuando no era más que un sueño de
libertad. Ahora se que alguno de los que creía mis compatriotas
rechinaban los dientes esperando su turno en el poder para exponer la
otra patria al mundo.

Ahora que se han sacado la careta, debemos preguntarnos TODOS, los de
una y otra patria... qué vamos a hacer al respecto.

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