30/11/13
En medio del creciente déficit fiscal, el Jefe de Gabinete descartó el pago de una compensación por la inflación. Era un pedido que habían planteado las dos CGT. Los gremios mantienen su reclamo.
Mala cara. Jorge Capitanich tuvo que admitir que el pago extra no está en los planes oficiales. Ayer hizo anuncios con el ministro de Educación Sileoni y el de Trabajo, Tomada. /PEPE MATEOS
Las cuentas en rojo le pusieron un límite al Gobierno. Pero las consecuencias la sufrirán los jubilados y asalariados. No habrá bono navideño este fin de año. Así lo afirmó ayer el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
“Nosotros no tenemos en perspectiva la instrumentación de ese tipo de iniciativas”, afirmó Capitanich ante una pregunta en ese sentido, en declaraciones formuladas en Casa de Gobierno.
Los jubilados habían recibido bonos en 2009 y 2010. En 2012 el beneficio vino por el lado del impuesto a las Ganancias. El pago del medio aguinaldo quedó exento de ese impuesto.
Ayer, el Jefe de Gabinete, tal vez contra su voluntad, tuvo que dar l a primera mala noticia desde que asumió, informalmente, el cargo de vocero del Gobierno.
En las últimas semanas, tanto el sindicalismo opositor como referentes de la CGT cercana al oficialismo, en este caso de manera reservada, se pronunciaron a favor de un pago extra o “plus salarial” a jubilados y trabajadores para las fiestas de fin de año, en compensación por la inflación.
La negativa al pago extra se confirma justamente cuando hay señales claras de aceleración en la suba de precios, pese a la negativa del ministro de Economía Axel Kicillof a admitirla.
De hecho, se habla de que noviembre y diciembre podrían marcarsubas de precios del 3% en cada mes, según las estimaciones privadas.
Esto posiblemente lleve a los gremios a redoblar su presión por la compensación.
A principio de este mes, el secretario general de la opositora CTA, Pablo Micheli, había anunciado su decisión de encabezar una marcha para exigir una “bonificación de fin de año con un piso de 2.000 pesos, para estatales y privados”.
“Con la situación crítica que están viviendo los trabajadores por el alto costo de vida, que ha superado los aumentos que consiguieron, hay un reclamo de una reapertura de paritarias o una bonificación de fin de año”, aseguró el dirigente.
En tanto, dirigentes gremiales nucleados en la CGT oficialista que encabeza el metalúrgico Antonio Caló estudiaron en las últimas semanas la forma de peticionar ante las autoridades el pago de un “bono navideño” antes de fin de año, en compensación por el alza del costo de vida.
Varios gremios, cado uno por su lado, presionan a las patronales por un bono. A la cabeza del reclamo, desde ya, están los camioneros de Hugo Moyano, que a través de si hijo Pablo, advirtió que pedirá un bono extra de hasta 5.000 pesos por trabajador.
Los gastronómicos de Luis Barrionuevo reclamaron $2.000, cifra similar a la que solicitaron el gremio de Comercio y el sindicato docente de Udocba. Otros van por más: como los $6.000 que solicitan los recibidores de granos agrupados en Urgara. Otro hijo de Moyano, Facundo, fijó en 4.000 pesos el reclamo de los trabajadores de peajes, en tanto los portuarios reclaman 3.600 pesos y el sindicato de la alimentación 3.000 pesos.
El bono de fin de año es la manera alternativa que encontraron los sindicatos al reclamo de reabrir paritarias que planteó, por ejemplo, Hugo Moyano. Un pedido en el que por ahora no lo acompaña Antonio Caló.
Lo cierto es que será un fin de año agitado. Porque a la par de la aceleración inflacionaria trascendió que el Gobierno quiere ponerle un techo del 20% a los reclamos de aumentos salariales para 2014, a cambio de un acuerdo de precios que fije expectativas descendentes para la inflación.
La negativa del Gobierno nacional al pago del bono finalmente habla a las claras de que las necesidades de caja hoy dominan el escenario.
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