lunes, 25 de noviembre de 2013

Las reservas siguen cayendo en picada y crece la incertidumbre







25/11/13 




Tal como se viene reflejando desde hace mucho tiempo en las páginas de nuestro diario, el Banco Central perdió, en promedio, durante la última semana, unos 150 millones de dólares por día . 

Proyectada, es una pérdida de 3000 millones por mes. Los nuevos responsables de la económica del gobierno K, Jorge Capitanich, Axel Kicillof y Juan Carlos Fábrega, enfrentan un feroz ataque del mercado sobre las reservas.

Con este panorama, no hay noticias muy alentadoras para la entidad monetaria que conduce Juan Carlos Fábrega (asumió la semana pasada en reemplazo de Mercedes Marcó del Pont) que debe suplir un mercado con fuerte demanda de importadores y casi nula oferta de exportadores. A todo esto se suman las obligaciones del pago de la deuda, que el gobierno nacional prevé pagar en 2014 en un 73% más de lo que desembolsó este año, según se desprende del Presupuesto aprobado días atrás en el Congreso. 

De acuerdo a la ley de leyes, el pago de deuda para el año próximo es de $77.354 millones y representan el 9% del gasto público previsto para 2014. Para cancelar deuda externa se destinarán casi U$S10 mil millones de reservas, que podrán usarse en gastos de capital si no se paga el cupón PBI. Ese bono, que está atado al crecimiento del país,  le hizo le hizo pagar a los argentinos seis mil millones de dólares este año por culpa de las mentiras del Indec

En sus primeras declaraciones ni bien asumieron Capitanich y Kicillof negaron el problema. Hablaron de "variaciones de precios" que se resolvería con sólo disciplinar los eslabones de la cadena de valor. La realidad es este contexto es que la economía no tiene "variaciones de precios"; hay inflación, y como el Gobierno la niega, los pesos huyen hacia el dólar.

La negativa a interpretar la crisis, es la continuidad a las prácticas de Guillermo Moreno, de acuerdo a las explicaciones de Capitanich y Kicillof. De esta manera, es poco alentador esperar soluciones de quienes, en primera medida medida no admiten la raíz del problema económico. Por ahora, Capitanich y Kicillof no los propusieron. Ni en sus declaraciones a la prensa ni en sus conversaciones con empresarios hablaron de modificar el tipo de cambio, controlar la emisión o corregir la tasa de interés.

Para frenar la caída de reservas, Kicillof analiza una reconciliación con los organismos multilaterales de crédito. Una negociación exitosísima con el Banco Mundial liberaría 3000 millones de dólares para los próximos tres años. Es la suma que se podría estar perdiendo en un mes. Osea no será suficiente. Por esta razón, desde la semana pasada se multiplicaron las incógnitas de cara al futuro.

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