Los tres mosqueteros K: infames y miserables

30/11/13

 

Con la espada clavada en el pecho, los argentinos vemos escribirse, día a día, la gran novela de la infamia nacional y popular. Vencido el villano Moreno, Axel Kicillof, Jorge Capitanich y Mariano Recalde son los nuevos mosqueteros de la política del saqueo, comandada desde el palacio de Olivos por Cristina Kirchner, quien ordenó pagar miles de millones de dólares a una empresa extranjera, pero se niega a darles un bono navideño de dos mil pesos a jubilados y trabajadores de nuestro país.

 Ocho mil millones verdes contra dos mil pesos, esta navidad no habrá nada que festejar. 

"Nosotros no tenemos en perspectiva la instrumentación de ese tipo de iniciativas", dijo ayer el mosquetero Capitanich, ante el pedido unánime de gremios y sindicatos para recibir un dinero extra de fin de año que les permita brindar con sidra y pan dulce. Los dirigentes manejan dos argumentos: la aceleración de la inflación en los últimos dos meses y las estimaciones de aumentos superiores al 20% en los productos de la canasta navideña. Pero el gobierno no tiene esa “perspectiva”. 

“Teníamos que llevarlos presos”


“Uno para todos, y todos para uno”. Uno, una, Cristina. ¿Quiénes son todos? Ellos y sus amigos: Repsol, el gobierno español, Chevrón, Barric Gold, Monsanto. Mientras, cada funcionario cuida su quintita. Recalde, por ejemplo, recibe millones y millones de dólares por manejar la deficitaria Aerolíneas Argentinas, en un proceso similar al de la petrolera: pagar para manejar una empresa robada y vaciada por los empresarios españoles. Pagar y perder soberanía. 

Para Gustavo Calleja, exsubsecretario de Energía de Raúl Alfonsín, “no tendríamos que haberle pagado nada”. En dialogo con Hoy, aseguró que el miserable acuerdo “favorece a Repsol, y parece un premio por el vaciamiento de YPF”. “Violaron el código penal, violaron la ley de sociedades, vaciaron el yacimiento Loma la Lata, que era el activo más grande de toda la historia argentina. Teníamos que llevarlos presos, no haberles pagado”, dijo el especialista en temas energéticos.

Amnistía menemista 

Preso no va nadie sí, a capa y espada, se cuidan las espaldas. “Todos (ellos) quieren el acuerdo, Repsol para irse a México, el gobierno nacional, porque retornó a lo peor del menemismo, con créditos usurarios, con prórrogas de contrato de concesión y libertad de precio para que los petroleros cobren el precio que se les de la gana”, sentenció Calleja a nuestro diario, y agregó, removiendo la herida: “Volvemos a Menem”. Por si quedaran dudas, con el kirchnerismo también hay amnistía. “Se olvida todo, se borran las denuncias y se renuncia a los juicios del Ciadi. El gobierno hace 10 años que no se va de ese organismo, y ha perdido todos los juicios. Ha entregado la soberanía y la sigue entregando”, finalizó nuestro entrevistado.

Infames, miserables, hoy lo que escriben la novela de esta farsa se llaman Kicillof, Capitanich y Recalde. Soldados intercambiables, espadachines al servicio de Cristina, conforman un frente para la victoria y la impunidad, y el que pierde es el pueblo argentino.