martes, 26 de noviembre de 2013

Pagamos, pagamos y seguimos pagando …los negocios de los K







26/11/13



El gobierno K acordó con Repsol. Se le pagará miles de millones de dólares a la empresa que saqueó y vació YPF, en complicidad con el kirchnerismo.

Parece un chiste, si no fuera una joda grande como una casa”, decía, como frase de cabecera, el genial humorista Tato Bores, sobre los desaguisados de la política local a comienzos de la década del ’90, cuando el menemismo remataba el patrimonio nacional, en sociedad con algunos caudillos provinciales como el santacruceño Néstor Kirchner. 

La verdad resulta difícil encontrar otra descripción tan exacta para dar cuenta del oscuro acuerdo al que arribaron ayer el gobierno K y la empresa Repsol, artífices principales de la crisis energética e hidrocarburífera que lleva a que usted, que está leyendo esta nota, hoy tenga que pagar más cara la nafta cuando vaya a cualquier estación de servicio.

La palabra “joda”, según la Real Academia Española, se puede utilizar como equivalente a “daño y perjuicio”, como así también a “broma y diversión”. Y sucede que, precisamente, pareciera que el gobierno se divierte con el sufrimiento de ciudadanía mientras profundiza las políticas de saqueo, y no tiene pruritos para avanzar en un entendimiento que significará utilizar los impuestos que pagamos todos los argentinos para beneficiar con miles de millones de dólares a una empresa española que destruyó YPF. Estamos hablando de la petrolera que, antes de ser privatizada, mantenía autoabastecido de gas y petróleo a la Argentina.

Todo esto sucede en un país como el nuestro, que tienen niveles de inflación similares a las naciones más pobres de Africa. Gran parte del proceso inflacionario es producto de que están emitiendo pesos descontroladamente desde la Casa de la Moneda para tapar los agujeros fiscales que genera tener que pagar 14 mil millones de dólares por año para importar combustibles y afrontar el desembolso de varias decenas de miles de millones de pesos, en concepto de subsidios, para mantener artificialmente los precios de las tarifas. 

Para colmo de males, con los últimos aumentos en los precios de la nafta y el gasoil, la escalada de los precios será mucho peor, por lo que seguramente el pan dulce y la sidra faltaran en la mesa de muchos argentinos durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. 

El acuerdo en cuestión se firmó ayer, en México, la meca del narcotráfico en America Latina (allí Repsol está asociada con Pemex, la petrolera azteca, que busca quedarse con parte del yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén). El convenio, que se tejió entre gallos y medianoche, es tan oscuro como el mismo color del petróleo. El entendimiento contempla una “compensación por la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF ocurrida en abril de 2012, sujeto a ratificación de los máximos órganos rectores de Repsol”.
    
“Tal principio de acuerdo implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos y que ambas partes desistirán de las acciones legales en curso. Las partes coinciden en que el presente principio de acuerdo contribuye a normalizar y fortalecer los históricos vínculos entre los tres países (por Argentina, España y México) y sus empresas”.  

En diálogo con Hoy, Félix Herrero, especialista en temas energéticos y exdirector de Yacyretá durante el último gobierno de Juan Domingo Perón, criticó con dureza el pacto. “Este entendimiento es absolutamente ilegal, viola lo que establece la Constitución nacional y la propia ley de expropiación, ya que ni siquiera existe una resolución del tribunal de tasación que haya determinado el valor de los activos que se expropiaron”, afirmó.

Herrero remarcó que “antes de la privatización, YPF tenia niveles de reserva de hidrocarburos mucho más importante a lo que existe actualmente, y autoabastecía al mercado. Es decir, valía mucho más de la empresa que dejó Repsol, con ínfimas reservas y caída continúa de la producción. En rigor, Repsol sigue siendo parte de la YPF, es socia del gobierno, ya que solo se expropió el 51% de las acciones”.

Este tipo de negociados ya no resulta una novedad. Ya lo vimos con Aerolíneas Argentinas, donde la deplorable gestión de La Cámpora lleva a que tengamos que pagar 2 millones de dólares por día para cubrir el déficit de la empresa, mientras los aviones –que son los más precarios del continente- chocan en tierra firme. Una situación similar ocurre con los trenes de carga y de pasajeros, que no son más que un conjunto de fierro viejos recauchutados, convertidos en verdadera trampas mortales, a raíz de por años y años de desinversión. Y de subsidios que, en lugar de mejorar un  servicio utilizado principalmente por sectores populares, terminaron llenando los bolsillos de empresarios inescrupulosos amigos del poder. 

El “Van por Todo” incluye a Vaca muerta

La diputada Nacional Elisa Carrió afirmó ayer que la referencia “Activos líquidos” al que se refiere el ministerio de Economía en el convenio firmado con Repsol “es Vaca Muerta”, el yacimiento de gas y petróleo no convencional, que se encuentra en Neuquén y es considerado como uno de los más importantes del planeta.

“Esto implica que continúan los negocios entre españoles y argentinos”, dijo la diputada. Y anunció que ampliará su denuncia realizada en 2006 “sobre el vaciamiento conjunto de Repsol YPF entre el ex Presidente Kirchner y el de Repsol Antonio Brufau”.

“Esto demuestra que es un gobierno en retirada que quiere ser irresponsable ante el pueblo y pagarle todo a su ex socios, después de esto viene Aerolíneas”, dijo Carrió.

Carrió dijo también “informaré a las vías internacionales que corresponda el fraude causado por las empresas y ambos gobiernos al pueblo argentino”.

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