lunes, 23 de diciembre de 2013

La ruta de los retornos

Santa Cruz






23/12 – 17:00




  Los impactantes avances que se conocieron en las notas publicadas por Hugo Alconada Mon, han hecho emerger tal vez uno de los secretos mejor guardados del krichnerismo (o al menos de los más allegados al poder) sobre la forma en que se trabaja para inocular fondos de oscura procedencia en el circuito blanco de dinero. Ya en el 2006 decíamos que el “boom Calafate” con hoteles de 4 y 5 estrellas creciendo como hongos, tremendos edificios con ocupación mínima durante el año, no era natural y dejaba lugar para las sospechas más extravagantes. 

Pues bien, no estábamos equivocados. Desde la publicación de la Nación, las sospechas se transformaron en certeza. Ahora reconstruiremos la forma en que se produce el ciclo y como se reingresa dinero negro al circuito legal y desde allí se distribuye a los bolsillos que ya están predeterminados, en esa ingeniería financiera, pensada para licuar dinero de extraña procedencia.(Por: Rubén Lasagno)
En otras épocas los políticos llegaban al poder y robaban descaradamente subejecutando partidas y dejando agujeros financieros los cuales eran de muy fácil determinación y por supuesto, era obvio que el culpable se encontraba a la vuelta de la esquina.

Después, durante el menemismo, se afinaron algunos comportamientos (por llamarlo de alguna manera) y se utilizaron medios un poco más sofisticados que el de “meter la mano en la lata” y se pensó en los negociados con empresas estatales a las cuales remataban por dos pesos y se quedaban con uno, ofrecían coimas y pedían retornos pero, claro está, de una manera tan compulsiva que dejaban afuera el objeto más preciado que debían resguardar: las apariencias.

Historia de “el modelo”

El kirchnerismo rompió ese molde. Aplicando la “teoría del 28”, Kirchner logró anestesiar a gran parte del pueblo y una vez conseguido este “aplacamiento” de la masa, comenzó a construir la verdadera ingeniería que lo llevaría a recaudar dinero de tal manera que era necesario pesarlo para no pasarse las noches en vela, contando dólares o Euros.

“La teoría del 28”, fue aplicada con éxito en Santa Cruz, cuando NK gobernaba esta provincia y consistió (sistemáticamente) en depositar religiosamente todos los días 28, el sueldo a los empleados públicos. Esto, con algunos “regalos” que solía hacer el magnánimo gobernador, por supuesto en negro, dejaba contenta a la principal fuente de conflicto: la administración pública. Dominado este sector, lo demás lo arreglaba por teléfono.

Así, el entonces gobernador aprendió que cumpliendo con los sueldos, asegurando los aguinaldos y agregándole sumas extras de vez en cuando, tenía las manos libres para edificar poder o enriquecerse, sin que a nadie le llamara la atención (ni se metiera en sus asuntos). Tampoco a nadie, en Santa Cruz, le llamaba la atención que sus sueldos se licuaban en grandes porcentajes de cifras “no remunerativas”, es decir, sin aportes previsionales, lo que equivalía que sus salarios reales eran paupérrimos y cuando llegaba la jubilación cobraban miseria.

Sin embargo, esta fórmula le dio resultado a Kirchner y así gobernó hasta que en el 2003 saltó a nivel nacional. Allí el escenario era otro, distinto en calidad y magnitud, pero conceptualmente Kirchner sabía que era similar al de su pago chico y aplicó varias recetas que llevaba en su mochila pueblerina y con el paso de los días y meses, vio que impactaban graciosamente en la población desprevenida, ávida por encontrar un referente de la nueva política que lo sacara del infierno menemista, del choreo al por mayor, la pizza con champagne y la debacle del insulso De la Rúa.

Rápido de reflejos, NK desplegó su más sincera demagogia política y conculcó todos los principios éticos en búsqueda de consensos, pero claro, de eso la gran mayoría del pueblo argentino se daría cuenta varios años después y algunos, después de darse cuenta, aún así se lo toleraron.

En ese despliegue demagógico, tomó la bandera de los Derechos Humanos, la cual nunca enarboló en los años que vivió en Santa Cruz, cuando negaba a las organizaciones de DDHH los espacios públicos para que realizaran los actos recordatorios por los 30 mil desaparecidos. Se acercó a las Madres, puso mucha plata, sectorizó, las dividió y multiplicó por cientos los millones que llegaron a la cuestionada Fundación, hasta que, finalmente, el caso Shocklender destapó la olla de la verdad. Allí hubo un negocio, que la justicia abstracta de Argentina, aún no ha querido encontrar.

En Santa Cruz, cuando hablamos del kirchnerismo, acuñamos una frase que dice “detrás de una necesidad siempre hay un buen negocio” y así lo entendió el pragmático Kirchner, que comenzó a “subsidiar” a diestra y siniestra, arreglando retornos y comisiones con los concesionarios, levantando el estandarte de la necesidad de obtener tarifas sociales y que el usuario se viera beneficiado con un boleto barato. Copó la ANSES y se hizo de todas las cajas más importante, hizo un gran negocio con el Fútbol para Todos y diagramó y construyó viviendas que en algunos casos nunca se terminaron y asfaltó defectuosamente, cuanta ruta encontró, trabajo del que se ocupó su más íntimo amigo, que de cajero en un banco pasó a constructor plenipotenciario, sin pausa. El problema es que la iniciativa de “el modelo” no tenía un plan de recuperación en vista, sino el más llano y vil objetivo de enriquecerse y enriquecer a los “empresarios” cercanos al poder.

Y así podemos seguir enumerando los cientos de medidas que tomó el novel presidente, que mientras le concesionaba los casinos y tragamonedas por 30 años a su amigo Cristóbal López, aprobaba la Asignación Universal por Hijo y de esa manera contradecía en la psicología pública, a los discursos opositores que le entintaban la gestión, apuntando hacia dónde iba su interés político: conquistar a las masas menos pudientes para asegurarse el poder. Por ello lo primero que hizo fue desplegar “militancia”, ergo: punteros barriales, a los que enamoraba con buenos fondos para repartir entre sus necesitados; armó frentes que salieran a respaldarlos y comenzó a generar la política prebendaria del subsidio a la vagancia, con la única condición de que al llamado del “dirigente social”, todos estuvieran prestos a hacer lo que hubiera que hacer. De ese germen nació el inefable Luis D`Elía y otros similares.

Preparando el blanqueo

El modelo de corrupción fue gestado y organizado por el fallecido ex presidente, quien tenía como el hombre de su más entera confianza a Lázaro Báez. Cuando todo estuvo bien aceitado, Austral Construcciones SA ya había parasitado a la empresa Gotti Hnos, a quienes les compraron las acciones y luego de exprimir la firma y llenarla de deudas y juicios, la quebraron y solo quedó la nave insignia que fue Austral Construcciones, alrededor de la cual se alinean muchas decenas de empresas más.

La obra pública fue el centro de la estrategia, pero no el único vórtice de donde provenía el dinero. A AC se le asignó más de 85% de toda la obra pública provincial, rutas, caminos y viviendas, fueron copadas por Lázaro Baéz que sin ponerse colorado hablaba de “presentarse en las licitaciones” y de acuerdo a los registros, todas las empresas que licitaban eran de su propiedad o pertenecían al “Grupo”.

La plata comenzó a juntarse, a tal punto que físicamente fue imposible disimularla y es allí donde comenzaron a proliferar las cajas fuertes y las bóvedas que tomaran estado público con el escándalo desnudado por Jorge Lanata y las pruebas lapidarias que presentó Triviño en su larga y meticulosa sesión fotográfica de los trabajos realizados en la chacra del empresario.

El dinero acumulado era tanto que Báez comenzó a comprar todo lo que se le ponía adelante, desde casas, propiedades varias, negocios, terrenos etc, hasta estancias que pagaba en dólares y en efectivo y remodeló con excesivos lujos, prueba palpable de que el dinero sobraba. Aún así la plata no se agotaba y seguía llegando el bolsos por avión presidencial o en el memorable LV ZSZ, en pesados bolsos de la mano de su secretario Daniel Muñoz, o el Bochi San Feliice, o del propio Kirchner.

El armado para blanquear fondos era necesario y estuvo pensado desde un principio por Néstor. De allí que comenzó a generarse una expectativa suprema sobre la localidad de El Calafate y comenzó a ser vendida en el mundo como el “lugar en el mundo de la primera dama”, luego presidenta del país. Esta explosión turística fue acompañada por grandes inversiones en hoteles, a los largo de 5 años más de 40 de estos negocios se habían instalado en la villa turística.

Hoteles como el Imago, de Raúl Copetti, nacieron en pocos meses, con una inversión ostentosa de varios millones de dólares, sin que a nadie se le hubiere ocurrido acertar cómo hizo Copetti y su familia para edificar semejante hotel, cuyo movimiento no se condecían con la inversión realizada ni con los ingresos que pudiera tener quien fuera administrador de la caja del FPV y su esposa docente, a menos, claro, que haya existido el acierto de un millonario Loto o un Quini, que todos desconocemos.

El Hotel Los Sauces, luego el Alto Calafate, propiedad de los Kirchner, lucían majestuosos, con tarifas increíblemente altas, vacíos, o mínimamente ocupados en temporadas altas y eso lo reflejamos en sucesivas notas donde señalábamos que era importante acceder a la facturación de estos grandes monstruos de 4 y 5 estrellas, para saber a ciencia cierta si constituían una inversión comercial, o solo una fachada para mover activos.

Siempre hemos dicho que la hotelería, el transporte, el turismo, el juego y la obra pública, son las vías más rápidas y más adecuadas para lavar dinero. Solo hay que hacer una simple comparación de ocupación mensual facturada, con la real ocupación y se tendrá en claro la mentira. Si le sumamos los incontrastables documentos que publicó La Nación y la cantidad de información fiscal, accionaria y empresaria que aún posee para difundir el investigador Hugo Alconada Mon, no caben dudas del verdadero objetivo de estos hoteles, que ha sido absorber el retorno del dinero negro y cargarlos a las cuentas de la familia Kirchner.

El mecanismo
 
Si bien el mecanismo es mucho más complejo y técnicamente requiere de una explicación más profesional, hemos resumido un esquema de cómo es el método utilizado para preparar y hacer funcionar esta maquinaria cuyo principal objetivo es inyectar dinero “limpio” al círculo de los negocios.

1. Austral Construcciones SA es la nave nodriza, la empresa madre que rige a todas las demás; compra, vende, otorga, cambia y distribuye por orden exclusiva de Lázaro Baéz. Las otras empresas de “El Grupo” son retenidas por Báez mediante el control mayoritario de las acciones.

2. Los dineros proveniente de los sobreprecios y retornos se trasladan a los hoteles de la familia presidencial, mediante la contratación de habitaciones durante todo el año, por cuyo motivo, Valle Mitre factura a las múltiples empresas de “El Grupo” los “paquetes” que pretendidamente contratan firmas que jamás ocupan esas habitaciones (por ejemplo: Loscalzo y del Curto, Esso estación de Servicio o la YPF que opera bajo el nombre de su antiguo dueño) ni los salones de eventos o congresos empresariales como se describe en algunos conceptos.

3. De esta manera a los hoteles les ingresa el dinero, el cual, tras el pago de los impuestos correspondientes, queda un remanente “en blanco”, que se incorpora al patrimonio de los propietarios de esos comercios, en este caso, la familia Kirchner.

4. Todas las empresas de “El Grupo”, se facturan interrelacionadamente unas a otras, especialmente por conceptos de “servicios” (es el rubro más fácil de dibujar, la venta de mercadería o insumos se puede rastrear por stock, entrada, salida, compras a mayoristas etc), por sumas que en conjunto corresponden a cientos de miles de pesos mensuales. Esta operatoria no implica que esas mismas empresas presten ese servicio y en algunos casos, como en los hoteles, con solo hacer un seguimiento de la cantidad de clientes que posee, se revela el fraude.

5. Lo mismo ocurre con los medios a su cargo, que producen facturación hacia otras empresas del Baéz, por “publicidad” a valores que en el mercado competitivo privado, no existen ni podrían cobrarlo por la escasa tirada que tienen los diarios o la baja calidad de la radio que sostienen.

6. A esto hay que agregarle, que según declaraciones de un ex empleado de Magna Consultora (Alucom SA), allí se imprimirían los talonarios de recibos de todas las empresas de Báez. Es decir que las mismas empresas de él, producen la documentación impositiva que utilizará para formalizar el movimiento de dinero entre los distintos negocios. Alguien podría inferir que existen manos libres como para hacer cualquier fraude, sin que nadie controle a estas empresas que se “autogestionan” fiscalmente.

7. El dinero remanente, ya blanqueado vuelve a ser reinvertido en (ahora si) el circuito “blanco” y con el tiempo, todas las empresas van siendo sustituidas por capitales genuinos. Sin embargo, no resisten un análisis contable y un rastreo de los fondos que les dieron origen. De la misma forma, las grandes inversiones millonarias de las estancias, no serían tan fáciles de explicar para Báez. El problema para el ciudadano común es que no hay jueces y fiscales que tengan voluntad de investigar y quienes lo hacen, corren la suerte de Campagnoli, por ejemplo, que como Icaro se quedó sin alas de cera cuando se acercó demasiado al sol, o en este caso, a la verdad.

8. Una de las consignas que imparte Lázaro Baéz a quienes están al frente de sus negocios, es que deben estar “perfectamente en blanco”, al día con los impuestos, regular en el pago de salarios, evitar quejas y protestas y a los “gerentes” o “encargados” (que en muchos casos suelen ser los antiguos propietarios) les exige bajo perfil y ninguna ostentación.

9. Distinto a como era hace muchos años, donde las empresas adulteraban la contabilidad y generaban libros dobles, hoy, debido a los controles informatizados, es imposible funcionar de esa manera, por lo tanto, la nueva modalidad es tener todo al día y generar el movimiento suficiente (pero ficticio) de facturación que permita que de una a otra empresa se genere un flujo de facturación importante, que permita drenar dinero negro con una pérdida final aproximada al 40 o 45% de los fondos inyectados.

10. No debe resultar un inconveniente para cualquier investigador contable, poder determinar este “círculo virtuoso de facturación”, solo realizando entrecruzamiento de datos fiscales y comerciales entre todas las empresas de “El Grupo”, o simplemente aquellas que se sospechan pertenecen a un mismo dueño o son propiedad o subsidiarias de Austral Construcciones SA.

Este es, sucintamente, el “modelo” que utiliza el kirchnerismo para generar acumulación de riqueza. Depende ahora de que haya justicia, para que estos entramados sean desactivados. Hay más dudas que certezas, sobre el final de esta historia, sin embargo, hoy se conocerá el primer capítulo, cuando sepamos si la jueza Asquenazi Vera, le acepta la cautelar a Lázaro Baéz y convalidan la última gran estafa a la vista de todos: silenciar la prensa para que nadie informe esto que es un delito VIP, donde está implicado, nada menos, que el poder de la Argentina. 

 (Agencia OPI Santa Cruz)

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