domingo, 29 de diciembre de 2013

Rocío García, la nuera de CFK que ya está en la mesa chica






diciembre 29, 2013
 
 
 
 
 
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 Fuentes seguras nos confirman que la presidente habría sufrido una crisis nerviosa y luego un desmayo en nochebuena, luego de leer las últimas investigaciones de Hugo Alconada Mon en La Nación. Las mismas la vinculan comercialmente con Lázaro Báez y especialmente le habría impactado la primera nota del periodista, en la que sostiene que, asesorado por dos contadores y dos abogados, está convencido de que estaríamos en presencia de una “cosa juzgada írrita” o fraudulenta que haría caer los sobreseimientos de los enriquecimientos ilícitos del matrimonio presidencial correspondientes a los años 2009, 2010 y 2011.

 La crisis que sufrió la presidente también fue abonada por una reunión que ella mantuvo con un economista, quien le señaló que con los parches que aplicaba el trío integrado por Capitanich, Kicillof y Fábrega, las matemáticas y la ciencia económica aseguran que no se puede pasar del 2014 sin un crisis macroeconómica de magnitud.

Seguir como se pueda

 

La realidad es que ya a esta altura el gobierno carece de capacidad para aplicar un plan racional integral que le evite esa crisis. La presidente, según una fuente de Olivos, estaría cayendo en la cuenta de que es casi imposible que entregue la banda presidencial en diciembre del 2015. Y si tiene que dejar el poder antes de esa fecha por razones de enfermedad, es muy probable que sea investigada pese a los sobreseimientos logrados y sobre la causa Báez, que el juez federal Sebastián Casanello tiene muy demorada. Luego de la reunión con el misterioso economista, la presidente, asesorada por su hijo Máximo y su nuera Rocío García, que cada vez tiene más voz en las decisiones de la mesa chica, hablaron del tema con Wado de Pedro y Axel Kicillof. Éste descalificó al economista en cuestión y señaló que hay un retraso cambiario del 20% que se está por eliminar y que, acortada la brecha cambiaria, se esperan dos años de crecimiento bajo pero crecimiento al fin, lo que tranquilizó a la presidente por vía telefónica.

 De todas formas, CFK, curada del hematoma subdural y con grandes cuidados por su arritmia cardíaca, sigue padeciendo los efectos del síndrome de Pick, o sea, un deterioro degenerativo de los lóbulos temporales que produce histrionismo y desinhibición, como ocurrió en el baile del 10 de diciembre pasado mientras en las provincias se mataban entre argentinos. De ahí que Máximo y Rocío decidieran alejarla de actos públicos para no reiterar ese tipo de actitudes en momentos de crisis. Y ante la seguidilla de cortes de luz, también ellos le aconsejaron que la cara la tenían que poner Capitanich y De Vido y desligarla totalmente de esa crisis, o sea, no aparecer públicamente hasta después del 15 de enero. De todas formas no quedan dudas de que las decisiones más trascendentes se toman en El Calafate y que ella no está desconectada para nada de las dificultades por las que atraviesa el gobierno pero no considera necesario hablar en público y le alcanza con órdenes directas a Zannini, Capitanich y Kicillof. 

Como dijimos hace unos días, la presidente considera que el Jefe de Gabinete es una verdadera desilusión y le ordenó a Zannini que no participe de la reunión con los gobernadores, para que la actuación de aquél ante sus pares no aparezca tan deslucida como hasta ahora. Porque con el chaqueño hay que seguir a pesar de sus largas y diarias “ventas de humo”.

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