Mamarrachos

28/01/14

En el debut de la nueva versión del cepo cambiario, la presidenta y sus funcionarios hicieron un nuevo papelón. El nuevo sistema para la compra de divisas es vergonzoso

La crisis económica y cambiaria que se está viviendo en la Argentina volvió a poner de manifiesto la triste performance de un gobierno carente de materia gris que ayer, en otra escandalosa conferencia  de prensa, dio a conocer la nueva metodología para la compra de dólares a precio oficial –más 20% de recargo, en concepto de anticipo de Ganancias- en bancos y casas de cambio.

Como era de esperar, el nuevo sistema para adquirir la divisa norteamericana para ahorrar, está llena de trabas. Por ejemplo, para poder comprar 2 mil dólares (equivalente a poco más de $16 mil), es necesario justificar un ingreso mensual de $80 mil. 

Los encargados de hacer el anuncio fueron el jefe de Gabinete, Jorge “El Bocón” Capitanich y el multidenunciado titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.  Cabe destacar que este último gastó, en solo una noche de hotel durante sus vacaciones en Rio Janeiro, el límite máximo de dólares que se le autoriza comprar en un mes a cualquier ciudadano.

Los mercados volvieron a darle la espalda al gobierno K. Por eso, en el mercado marginal, que es el único lugar en que los ciudadanos pueden adquirir la verde divisa sin trabas burocráticas, el dólar aumentó respecto al cierre de la semana pasada, ubicándose en 12,25 pesos para la venta. Además, el Banco Central tuvo que desprenderse de 100 millones de dólares de sus reservas para mantener la cotización oficial en $8,01 (ver página 2), en un contexto donde muchas operaciones no pudieron concretarse debido a las nuevas trabas y al hecho de que por la falta de reglamentación, que recién se dio a conocer ayer, bancos y casas de cambio decidieron no hacer transacciones cambiarias para atesoramiento. Asimismo, en los mercados internacionales hubo fuertes reprimendas a los desajustes del gobierno K.

No se podía esperar otra cosa si se tiene en cuenta que los funcionarios K ayer dieron un espectáculo circense, negando o dando marcha atrás lo que el propio gobierno había anunciado hace pocos días en materia cambiaria. 

Lo peor de todo fueron las excusas  de la presidenta Cristina Kirchner que, en un impasse en esa suerte de viaje de placer que está realizando por Cuba, usó el twitter para volver a fabricar fantasmas destituyentes, sin ofrecer ninguna prueba de sus denuncias.

“Parece que algunos quieren hacernos comer otra vez sopa, pero además con tenedor. Quiénes? Los mismos de siempre. Los que se quedaron con tus ahorros en el 2001 y te lo tuvimos que pagar nosotros, con el Boden 12”, escribió la primer mandataria en la red social.  Y agregó: “Los bancos: sólo a través de ellos se pueden hacer todas las maniobras especulativas de los mercados. Con la complicidad, claro, de grupos económicos, exportadores e importadores, entre otros”.

 Además de lo poco serio que resulta que una presidenta lance acusaciones sin pruebas ni nombres propios, llama poderosamente la atención que CFK recién ahora se acuerde de cuestionar los bancos cuando, durante casi una década, la denominada patria financiera fue la gran beneficiaria del llamado modelo K. Mientras las pymes y los productores fueron sistemáticamente perseguidos y agobiados con una presión fiscal  histórica, que llegó a niveles confiscatorios, los bancos en la Argentina están exentos del pago de impuestos por la renta financiera, situación que el kirchnerismo siempre se negó a modificar. Este gravamen existe en casi todos los países del continente.

El denominado margen financiero, que es el indicador de la rentabilidad de la banca pasó del 1,1 en 2003 al 8,5 en 2009, en los primeros seis años de la administración K. Obviamente esas ganancias no se obtuvieron merced a préstamos destinados a las pymes, a la industria nacional o a créditos hipotecarios para que la gente pueda tener su techo propio. Gran parte de las ganancias de los bancos proviene de créditos personales con tasas usureras, que llegan hasta el 50% de costo financiero total, adelantos en cuenta corriente y compras con tarjeta. A ello se le suma los escandalosos negociados de la banca internacional que cobró multimillonarias comisiones por los canjes de los bonos de una deuda externa que es ilegal e ilegítima, que se realizó sin ningún tipo de auditoría independiente sobre lo que finalmente se terminó pagando a costa de la pobreza y la miseria en la que viven uno de cada cuatro argentinos. 

Desde que el kirchnerismo asumió en el poder, en 2003, el gobierno pagó la friolera suma de 175 mil millones de dólares en concepto de vencimiento de deuda externa, sin que nuestro país haya recuperado nunca el acceso al mercado internacional de capitales.

En definitiva, una vez más, es la propia realidad la que se encarga de desmentir cada una de las excusas de un gobierno que no encuentra el rumbo. 


Claves del nuevo cepo cambiario


>Para poder comprar dólares para atesoramiento o tenencia es imprescindible estar registrado en la AFIP como trabajador registrado en relación de dependencia, autónomo o monotributista.

>El límite inferior es percibir en concepto de ingresos mensuales el equivalente de $7200 en promedio en los últimos 12 meses y el límite superior de compra será equivalente a 2 mil dólares.

>Los dólares no se podrán comprar con efectivo, sólo mediante transferencia de caja de ahorro, débito bancario o con cheques.

>El trámite se realizará a través de la página de la AFIP . Se debe ingresar al sitio web de la Agencia de recaudación y acceder al sistema con la clave fiscal . Una vez dentro, el sistema da la opción de consultas de compra de moneda extranjera para "Viajes y Turismo al exterior" y "Tenencia de moneda extranjera" . Al hacer click en la segunda opción es posible ingresar una solicitud, la que el sistema procesará y dará como resultado una constancia de cuántos dólares son autorizados. El problema es que, hasta tanto los bancos y casas de cambio vendan dólares para ahorrar, esta constancia no servirá de nada.