jueves, 27 de febrero de 2014

Política US$ 5 mil millones para Repsol: el gobierno lo hizo





26/02/14 - 16:06hs



Axel Kicillof anunció el acuerdo con la empresa española por la expropiación de YPF. Por intereses y garantías, se  terminaría pagando mucho más que US$ 5000 millones. El pago al club de París en plena bancarrota 

Ayer, el ministro de Economía Axel Kicillof anunció el pago de US$ 5 mil millones en bonos del Tesoro nacional como compensación por la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF, más un adicional equivalente a mil milllones de dólares para el caso que el valor de los bonos argentinos en el mercado internacional no conformen la voracidad española. Con festejo incluido, el Ejecutivo de Cristina Kirchner confirmó la entrega a cambio de que ambas partes renuncien a cualquier demanda posterior. 

La firma, que se estampará mañana, abrirá el camino para la negociación con el club de París (cuya deuda asciende a US$ 10 mil millones) y los holdouts, dejando claras las prioridades del gobierno nacional. En plena crisis local, Argentina pagaría más de 15 mil millones de dólares a agentes externos. Más, mucho más.

 El total de la compensación a Repsol cuenta con un paquete fijo y uno complementario. El primero tendrá un valor nominal de u$s5.000 millones, compuesto por Bonar X (u$s500 millones), Discount 33 (u$s1.250 millones) y Bonar 2024 (u$s3.250 millones). Además, el paquete complementario implica un importe máximo de u$s1.000 millones, compuesto por u$s400 millones de Boden 2015, u$s300 millones de Bonar X y otros u$s300 millones de Bonar 2024. Esto, según el gobierno, sólo se emitiría si no se alcanza el mínimo a pagar de u$s4.670 millones.

 A su vez, de superar el techo de u$s6.000 millones, Repsol devolverá el excedente al Gobierno argentino. Eso, al menos, son los papeles presentados por Kicillof. Ahora veremos por qué es una verdad a medias, como todas las del oficialismo.

Las contradicciones 

En diálogo con Hoy,  el senador Fernando “Pino” Solanas dejó en claro que “nuestro país va a terminar pagando no los 5 mil millones de dólares que dice el gobierno, sino mucho más, debido a los altos intereses que acordó el gobierno”. 

El legislador nacional se refiere, pues, a la tasa superior al 8 por ciento que, en un acuerdo a diez años, y sumado a las “garantías” que también prometió el Ejecutivo nacional a los empresarios de España, sumarán cerca de US$10 mil millones. Esta cifra, sin embargo, nunca sería reconocida por la Casa Rosada, pues contradice cada una de las palabras que antes, prepotentes, dijeron sus ministros. “Claramente, acá el acuerdo está maquillado, porque no coincide con el relato”, dijo Solanas. Y tiene razón. 

Hace poco más de un año, en conferencia de prensa, Kicillof se agrandaba y decía: “No le vamos a pagar lo que ellos dicen, como el señor Brufau (titular de Repsol), que pretende 10 mil milones. ¿De donde sacó eso?” A su lado, Julio de Vido remataba: “hay un daño ambiental muy grande, y en estemomento de la historia, tiene un costo, y lo van a tener que pagar, porque el medio ambiente, el territorio de los argentinos, no se rifa, tiene precio”. 

Curiosamente, o no, ayer se anunció la cláusula en la cual se desestiman futuras demandas. Aquí no ha pasado nada. En declaraciones a nuestro diario, el exdiputado Mario Cafiero dejó claro el argumento: “No quieren investigar porque sería investigarse a ellos mismos, a los funcionarios que debían controlar que no se produjeran los daños que después denunciaron, y no lo hicieron”. 
Así se firma, en nuestro país, un pacto de impunidad. 

Sonrisas en España: Brufau dijo estar “muy conforme” 

¿A quién beneficia el acuerdo gobierno Repsol? A los empresarios españoles, y si hay alguna duda sólo basta con leer las declaraciones que realizó ayer el presidente de la compañía, Antonio Brufau.

“Estamos muy satisfechos con este acuerdo”, dijo el otrora amigo y después enemigo de Cristina Kirchner, quien agregó que el Consejo de Administración de la firma europea “ha estudiado con detenimiento las distintas opciones que había” y concluyó, claramente, que la cifra pactada es sumamente beneficiosa. , "La voluntad ha sido llegar a un acuerdo amigable", señaló. 

De todas formas, cabe aclarar que tanto el Congreso nacional como el Consejo de Repsol deben rubricar el acuerdo, trámite que se descarta por que ambos organismos funcionan como escribanías de quienes realmente tienen el poder. En nuestro país, sabemos, el kirchnerismo hace uso y abuso de su mayoría parlamentaria. 

EN FOCO

Las verdaderas deudas del gobierno 

Todo país debe honrar sus deudas. Sobre todo, las que contrae con sus propios ciudadanos. Aquellas naciones con sus necesidades básicas cubiertas tienen el camino allanado, y no hay debates morales o políticos a la hora de pagar cuanto haya que pagar. En cambio, en un país como Argentina, en plena recesión y con una crisis que se agudiza día a día, el dilema es otro. 

El gobierno K ya no puede ocultar la pobreza, que explota y salta a las calles y a las cifras oficiales o extraoficiales. Con una inflación que amenaza los salarios, con salarios que dejan de ser acuerdos y pasan a ser decretos, con jubilaciones mínimas e ínfimas, con canastas básicas y vacías. En este contexto, el pago de 5, 6 o 10 mil millones de dólares a empresarios españoles que saquearon nuestro patrimonio resulta una aberración, más aún sin auditorías de por medio, sin una fiscalización precisa y objetiva que verifique cuánto hay que pagar. 

Así, las denuncias quedan flotando en el aire, detrás de las voces del relato, que ahora pasan a justificar el pago de más y más dinero al Club de París y a los fondos buitres, rebautizados “holdauts”. Más y más dinero, más y más dólares para afuera, más y más pobreza para adentro. La verdadera fuga de divisas la avala el gobierno, que se niega, y esto sí es imperdonable, a pagar las deudas propias. Su deuda con los argentinos.

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