viernes, 28 de marzo de 2014

HUELGA DE MAESTROS CONDUCIDOS POR UN SALVAJE








27 de marzo del año 2014 - 1250



El jefe del sindicato de maestros que está en huelga desde hace 16 días, dejando sin clase a 3.200.000 chicos pobres, que son la inmensa mayoría de los que van a las escuelas públicas de la Provincia de Buenos Aires, es un melenudo, barbudo y desprolijo orangután llamado Roberto Baradel. Si ese hombre de las cavernas apareciera como maestro en un aula de alguna escuela primaria, estoy seguro de que los niños se pondrían a llorar de miedo porque no sabrían si ese personaje con aspecto de criminal viene a matarlos o a enseñarles algo.

Al parecer, ese peligro no existió nunca porque el jefe de los maestros de la Provincia nunca fue maestro. Fue sólo "preceptor" en una escuela de Lanús en 1991, pero no pude averiguar si en ese entonces ya tenía la pinta que tiene ahora, aunque sí tenía la mentalidad porque, como dice el refrán "genio y figura hasta la sepultura".

La biografía del cavernario no explica si era "preceptor" de disciplina. En caso de haberlo sido, dada su evidente propensión a la vulgaridad y a la violencia, debe haber sido el terror de los alumnos, aunque no creo que usara ese ascendiente para imponer disciplina sino todo lo contrario.

Sin embargo, enseguida pasó a militar en el Sindicato SUTEBA de Lanús, en la Secretaría de Prensa, por lo cual es de presumir que allí aprendió cuán importante es llevarse bien con los periodistas, casi todos de izquierda, como lo es el propio Baradel.

Desde ese momento, en las aulas no se lo vio más. Se dedicó al gremialismo profesional, se recibió de abogado (¿?) en Lomas de Zamora y fue electo Secretario General (eufemismo sindical que quiere decir "capo máximo") de SUTEBA en el 2004. Desde entonces, es decir, desde hace 10 años, es reelecto. No hay quien "le pise el poncho", como ocurre con el 110% de los cargos supuestamente electivos del sindicalismo y de la política. 

Este caradura, siniestro y atropellador, tienen en vilo al infeliz de Scioli y sus funcionarios, desde hace 16 días manteniendo sin clases a los niños de la Provincia. La "paritaria" salarial para él no existe. Él no negocia, EXIGE, y si un Juez le ordena a los maestros volver a dar clase, como ocurrió la semana pasada, Baradel simplemente lo ignora. Sabe que no sufrirá sanción alguna por el obvio desacato cometido.

Y el infeliz de Scioli (¡sólo en un país de opereta puede haber sido vicepresidente, ministro nacional, gobernador, senador, etc.etc. un quebrado comercial y cultural como ese!) se hace el distraído cuando su "bete noir" escolar es agasajado por el kirchnerismo en sus programas televisivos como el "6,7,8" de la TV oficial, y a pesar de eso y de que el "jefe de gabinete" dijo que el Estado nacional no le dará auxilio financiero alguno, sigue siendo el adulón más vil de la tiranía actual. 

Toda la izquierda apoya a Baradel porque él forma parte de ella. Ayer hubo una "marcha" de 30.000 de esos ideólogos de la lucha de clases y del totalitarismo de Estado hacia el Ministerio de Educación cortando el tráfico en medio Buenos Aires. Decían que eran "maestros"... No lo eran, sino "profesores de cachiporra, malandrines y estafadores", como dice el tango. Pero como los encabezaba el Baradel este y una tal Stella Maldonado, jefa de la CTERA, sindicato docente nacional, pasaban por "maestros". Ésta última, de paso, es responsable de que en otras ocho provincias los niños no tengan clases, por estar en huelga también allí los maestros.

Sería interesante saber si realmente esos agitadores sindicales tienen el apoyo de los maestros de verdad o si éstos no tienen más remedio que plegarse a las brutalidades de sus "representantes" porque si se atreven a "romper la huelga" serían violentamente reprimidos. Esos sindicalistas, todos de izquierda, no se andan con chiquitas.

Dicho sea entre paréntesis, ahora resulta que cuando uno quiere cumplir con su deber o cuando es víctima de un delito y se defiende con éxito, su vida pasa a ser un infierno sometida a la amenaza latente de los "capangas" del jefe sindical o de los amigos del delincuente frustrado, en su caso.

Para muestra, basta un botón. Ayer, en Rosario, una pobre chica fue robada por un "motochorro" (última moda de los ladrones que usan las motocicletas para atacar y escapar sin posibilidad alguna de ser detenidos). En ese caso, el "motochorro" chocó y cayó y enseguida fue golpeado por 50 vecinos indignados con tanta mala suerte para él que murió a causa de los golpes. ¿Y qué pasó con la víctima del robo? A pesar de ser mujer y obviamente no haber participado del merecido e infortunado castigo que recibió su asaltante, dice el diario de hoy que debió abandonar su casa por temor a las represalias de los amigos del delincuente. ¡Pobrecita! ¡Pobrecitos nosotros que en cualquier momento podemos estar en la misma situación!

Y la huelga sigue. Y para colmo Moyano y toda su banda sindical amenaza con una huelga general para el 10 de Abril, con otras huelgas sucesivas si no les otorgan lo que piden, cosa imposible porque es insaciable.

A eso los incitó el diminuto y desaliñado ministro de economía cuando dijo, hace unos diez días, que "no hay techo para los aumentos de sueldos pedidos en las paritarias". Si lo dice el ministro, ¿qué posibilidades tienen los patrones de limitar las exigencias sindicales?

Es decir, la izquierda en el poder incita a la rebelión y al caos social que la izquierda agitadora está deseosa de poner en práctica. Y los ciudadanos de a pie somos los rehenes de esta banda de mafiosos de arriba y de abajo.

Los políticos de la "oposición" no dicen nada porque ellos son de izquierda en su mayoría y quieren la revolución social y la destrucción de lo que resta del orden social. El alto clero dice mucho, pero todo en favor del mismo objetivo de la izquierda. Y los "derechistas", que deberían indignarse en serio frente a este panorama desolador, se chupan el dedo. Por suerte tienen cinco en cada mano, por lo cual no corren un  riesgo excesivo de desgaste digital. 

Si alguien les dice a estas buenas gentes que sería mejor que se despierten y actúen porque el objetivo de todo este montaje es llevarnos al comunismo, como resulta claro, además, por el apoyo irrestricto a la tiranía asesina de Venezuela y por el secuestro de más de 1.500 supuestos "represores" sin forma legal alguna, más la muerte por homicidio de 226, responden con un bostezo, cuando no con un airado rechazo.

Mientras tanto, los niños de nueve provincias siguen sin clases. Tal vez sea mejor, si es que los maestros son como Baradel...

Cosme Beccar Varela

La presente nota del Dr. Cosme Beccar Varela es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

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