miércoles, 26 de marzo de 2014

Los ejemplos de "doble estándar" que cosecha Cristina Kirchner







Cristina Kirchner se ha convertido en la pionera del doble estándar o de los reiterados dobles discursos en política exterior. La contradicción se presenta así como una política de Estado infalible en el universo kirchnerista.

La reciente queja de la Presidenta hacia Gran Bretaña y otros países europeos por el uso del "doble estándar" en el caso del referéndum de Crimea parece casi autoreferencial si se mira la conducta diplomática de la Argentina de los últimos años.

Existe un amplio listado de ejemplos de doble estándar o de doble discurso en la estrategia exterior de la Cancillería. Vale la pena destacar algunos ejemplos de esa conducta de doble vía que la misma Cristina Kirchner critica abiertamente por el mundo:

  • El caso Crimea. Mientras que la Argentina condenó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el referéndum de Crimea para anexarse a Rusia y objetó el no respeto por la integridad territorial de Ucrania; Cristina Kirchner envió mensajes alentadores a Vladimir Putin cuestionando la actitud de varios países europeos de rechazar el referéndum por un lado y avalar la consulta que hicieron los malvinenses el año pasado para seguir como territorio de ultramar de Gran Bretaña. ¿Cómo denominar a esta gigante contradicción discursiva?
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  •  Hasta el embajador ucraniano en Buenos Aires Yurii Diudin quedó shockeado cuando supo por los medios de la conversación telefónica que en tono amable mantuvieron Cristina Kirchner y Putin ayer por la mañana. Es que una semana antes la Cancillería le brindó todo el apoyo a Ucrania en su pelea con Rusia por Crimea. Diudin fue recibido la semana pasada por el vicecanciller Eduardo Zuain que le manifestó "el total apoyo" de la Argentina a Ucrania por el caso Crimea.
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  • ¿Qué estrategia comercial puede entablar un bloque regional donde uno de los principales socios es considerado enemigo por el resto de sus pares? 

  • La relación con Washington. Los Estados Unidos pueden dar muestra del doble discurso diplomático de la Argentina. Mientras que Cristina Kirchner trata de acercar posiciones a la administración de Barack Obama para lograr un apoyo en la negociación con los fondos buitre y con el Club de París por la deuda en default, el canciller Héctor Timerman arremete contra Washington: "Son el principal problema del narcotráfico en el mundo", le dedicó a Estados Unidos el día posterior a que se dio a conocer el informe anual del Departamento de Estados sobre la situación del narcotráfico en el mundo y que en el caso de la Argentina denunció un creciente aumento de producción local de cocaína. No sólo esto. 
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  • El secretario de Estado para el Cono Sur y Brasil, William Ostcik acaba de visitar Buenos Aires y se llevó muchas sorpresas: comprendió que el gobierno argentino no tiene la animosidad belicosa que expulsa Timerman hacia Washington y cree que es posible establecer "una agenda positiva" con la Argentina. "Conflictos siempre habrá porque los hay entre cualquier pareja. Pero lo importante es mirar hacia adelante y entender de que la Argentina y Estados Unidos pueden lograr muchas cosas juntos", les dijo Ostcik a un grupo de legisladores del oficialismo y de la oposición. En esa reunión, el diputado ultrakirchnerista Jorge Landau se mostró entusiasmado por mejorar los lazos con Washington, una señal ajena a los mensajes negativos que había dado Timerman. ¿Cuál es entonces el verdadero discurso de la Argentina hacia Estados Unidos?
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  • El futuro del Mercosur. Los primeros que sufren el doble estándar de la política comercial de la Argentina son los vecinos del Mercosur. Paraguay, Uruguay y Brasil siguen planteado duras quejas al secretario de Comercio y alter ego de Axel Kicillof , Augusto Costa , por la permanencia de duras trabas a la importación de sus productos. Parece que las viejas mañas de Guillermo Moreno persisten. Hace dos semanas tuvo que intervenir Marco Aurelio García, el asesor de política exterior de Dilma Rousseff , quien se reunió por más de dos horas en Olivos con Cristina Kirchner para convencerla de que no se pueden mancillar las relaciones comerciales bilaterales por un lado y buscar consensos por un "Mercosur fortalecido" por otra parte. ¿Qué estrategia comercial puede entablar un bloque regional donde uno de los principales socios es considerado enemigo por el resto de sus pares? Los únicos que están excentos de esta pregunta son los venezolanos que integran el Mercosur pero no sufren el maltrato comercial de la Argentina.
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  • Sobra "doble estándar" en los cajones de la Casa Rosada 

  • La estrategia con Irán. Quizás el máximo emblema del doble estándar en las relaciones diplomáticas lo ofrece el, por ahora, truncado acuerdo de la Argentina con Irán por la causa AMIA . La Presidenta no sólo da por desterrado ese polémico memorándum destinado a enjuiciar a cinco iraníes acusados por el atentado terrorista. Cristina Kirchner fue por más: retomó la alicaída relación con Israel y no descarta aceptar la invitación que le hizo Tel Aviv a Timerman para estrechar lazos entre ambos países. Para reforzar esa idea de ambigüedad diplomática ahora el Gobierno se aleja de Teherán y está por cerrar la compra de 20 aviones militares israelíes.
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  • Los socios europeos. El doble discurso de la Presidenta también lo sufren los europeos. Hace diez días el vicepresidente de la Unión Europea (UE), Antonio Tajani, se reunió en Chile a solas con Cristina Kirchner y quedó maravillado con su mensaje proeuropeo. Hablaron casi una hora en el hotel Radison de Santiago antes de la asunción de Michelle Bachelet y el enviado de la UE coincidió con Cristina Kirchner en entablar una relación directa y más aceitada entre el viejo continente y Buenos Aires. "Debemos tener un vínculo más estrecho", dijo Timerman al término de ese encuentro. 
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  • También mencionaron la posibilidad de una visita de empresarios europeos a Buenos Aires y un futuro viaje de la Presidenta a Bruselas. El clima entre Cristina y Tajani era de tal cordialidad que sonaban extrañas las quejas que interpuso hace unos meses la Argentina ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las trabas al ingreso de biodisel que fijó la UE.
Hay más ejemplos de doble estándar en política exterior. También los hay en la política doméstica. Sino habrá que hablar del caso de César Milani y la conmemoración de los 38 años del golpe de Estado o de los vaivenes por el pago de indemnización a Repsol . Sobra "doble estándar" en los cajones de la Casa Rosada.

 Después de todo, la Presidenta resulta toda una experta en el ejercicio del doble discurso..

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