martes, 24 de febrero de 2015

Asunto: Sobre Nisman importante

 Tal vez ya lo leyeron, lo publicó Perfil hace unos 3 días, pero luego fue quitado ya que era información de un periódico extranjero.




Queridos Amigos,

Les envío la traducción del escalofriante articulo de Debka sobre el asesinato del fiscal Nisman,

Creo que es importante que se divulgue.


El fiscal argentino Alberto Nisman asesinado por el falso "desertor" iraní

Informe Exclusivo de DEBKAfile 19 de febrero 2015, 19:56 (IDT)

Una investigación especial de inteligencia realizada por las fuentes iraníes y antiterroristas de DEBKAfile ha descubierto que el fiscal argentino-judío Alberto Natalio Nisman, de 51 años, fue asesinado el 18 de enero por un agente iraní  que había ganado su confianza haciéndose pasar por un desertor bajo el supuesto nombre de “Abbas Haqiqat-Ju”. El asesino actuó horas antes de que Nisman presentara ante el parlamento argentino evidencias que la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman habían encubierto la responsabilidad de Irán en el peor ataque terrorista del país, el bombardeo del centro de la comunidad judía de Buenos Aires, en el que 85 personas perdieron la vida 1994, dos años después de que 29 personas murieran por una explosión en la embajada de Israel.

Las pruebas de Nisman, de haber sido presentadas, hubieran demostrado en última instancia la culpabilidad de Irán en los dos ataques terroristas. De acuerdo a nuestra investigación, dos Ministros de la Inteligencia iraní, el titular Mahmoud Alavi y su predecesor Hojjat-ol-Eslam Heydar Moslehi, llevaban nueve años sacudiendo sus cerebros para encontrar la manera de silenciar el fiscal judío, desde que comenzó la investigación de los dos ataques. Trabajaron mano a mano con las agencias gubernamentales y de inteligencia argentinas del más alto nivel.

La profunda mano de Teherán en las Américas
Nisman había puesto a los funcionarios de Teherán nerviosos, porque a) era ambicioso, honesto y un buscador valiente de la verdad; b) era judío y tenía conexiones activas con Israel; y c) en la búsqueda de su investigación, Nisman extendió su amplia red para incluir contactos con el Mossad israelí y la CIA estadounidense.

Además, en 2006, después de tres años en el trabajo, el fiscal había reunido un archivo de información de inteligencia sobre el increíble alcance de penetración de la inteligencia iraní, utilizando agentes de Hezbollah libaneses, en los establecimientos públicos y de inteligencia de muchos países latinoamericanos - no sólo Argentina , sino también Brasil, Uruguay, Chile, Surinam, Trinidad-Tobago y Guyana.

Ni bien este archivo fue presentado al gobierno de Buenos Aires, fue secuestrado para evitar su publicación. Sin inmutarse, Nisman fue a Nueva York en 2007 y expuso el contenido de su archivo oralmente ante los altos funcionarios de la CIA y de la Secretaría de las Naciones Unidas. Su informe también exponía decenas de diplomáticos iraníes y agentes que operan en los Estados Unidos bajo la cubierta de la embajada de Pakistán en Washington. No es de extrañar entonces que, rápidamente, la información que se filtró de la Secretaría de la ONU a Teherán, aceleró la urgencia de deshacerse de esa piedra en el zapato [Nisman] que entorpecía las operaciones clandestinas de la Revolución islámica contra Occidente.



El soborno no funcionaba con Nisman

Los organismos de seguridad de Irán no son ajenos a los asesinatos políticos en su propio país y en sus comunidades en el exilio, como Francia, Austria y Alemania. Al principio, trataron de abordar el tema argentino con el soborno, que siempre había funcionado antes en Buenos Aires. Por $ 10 millones de dólares , Carlos Saúl Menem (presidente argentino 1989-1999) y sus secuaces acordaron cerrar la investigación de los dos atentados terroristas y borrar sus pistas. Teherán manejó a la presidenta Kirchner diferente. Le prometieron beneficios económicos y comerciales para la Argentina, junto con beneficios financieros para los jefes de gobierno y de inteligencia. Las fuentes de DEBKAfile de Buenos Aires informan que, en un primer momento, Kirchner temía que el repentino asesinato de Nisman le trajera un manto de sospecha sobre su presidencia. Pero Teherán le aseguró, a través de sus canales privados de comunicación, que la obra se llevaría a cabo limpiamente sin dejar el menor rastro. Algunos de los jefes de inteligencia argentinos adoptaron con entusiasmo el plan de asesinato y ofrecieron su ayuda.

El primer paso se dio en 2010, cuando un funcionario iraní se conectó con Nisman para solicitar una reunión secreta. Se presentó como un ex-alto funcionario de inteligencia iraní que había desertado, huyendo a Dinamarca y estaba dispuesto a viajar a Buenos Aires con un maletín lleno de valiosa documentación confidencial relacionada con el bombardeo a la AMIA.

El falso desertor invirtió 4 años para ganarse la confianza de Nisman

“El desertor” afirmó que esos documentos exponían en detalle la complicidad de Mohsen Rabbani, entonces alto funcionario de inteligencia de la embajada iraní en la capital argentina. De acuerdo a la investigación de DEBKAfile, Rabbani fue el responsable de más alto nivel de la operación [terrorista]. La cita acordada tuvo lugar en Buenos Aires. El "desertor" farsante que se presentó como "Abbas Haqiqat-Ju," le mostró a Nisman documentos auténticos que contenían evidencia de la participación de Irán en los atentados. Esto consolidó su papel como un enemigo del régimen Iraní que estaba dispuesto a revelar sus secretos.

En una relación de cuatro años de duración, el falso desertor convenció al fiscal de su buena fe. El argentino pidió la ayuda de colegas de agencias de países aliados para comprobar si el material confidencial que era auténtico y poder verificar así que el informante era un verdadero disidente iraní.

En diciembre de 2014, Nisman estaba listo para presentar un informe de 300 páginas documentando sus hallazgos sobre el papel de Kirchner en el encubrimiento de la investigación de los delitos de terrorismo de Irán, dos décadas después del evento. Teherán decidió que el ave estaba lista para volar y que ya era hora de sacar provecho de la larga inversión de confianza entre Abbas Haqiqat-Ju y el fiscal. En una llamada secreta a Nisman, el falso desertor le informó a Nisman que un compañero, un alto oficial de inteligencia Iraní, había logrado huir de Teherán con una maleta llena de papeles muy importantes que arrojaban luz sobre la colaboración criminal entre los organismos de seguridad argentinos y los agentes iraníes en el ataque con el coche bomba al centro judío.

Tres golpes en la puerta para asesinar
El “desertor” le explicó al fiscal que ese supuesto segundo informante exigía un lugar seguro para la reunión. Abbas Haqiqat-Ju le advirtió el fiscal que debía guardar silencio acerca de la cita. La inteligencia argentina estaba plagada de agentes iraníes y al menor atisbo de la reunión, se enterarían en Teherán. Aparte de todo eso, si quería ver los nuevos documentos, debería deshacerse de los 10 guardaespaldas asignados y estar solo cuando el invitado llegaba a su casa en el piso 13 de la torre Le Parc en el barrio porteño de Puerto Madero.

El segundo informante señalaría su llegada con tres golpes en la puerta. Nisman no debería permitir que el iraní esperara sino que debería hacerlo entrar inmediatamente.

Antes de la puesta en escena de todo este plan para asesinar a Nisman, Abbas Haqiqat-Ju había alquilado en secreto el apartamento de al lado del fiscal. Fue él quien llamó a la puerta tres veces el 18 de enero. Así, el fiscal le abrió la puerta a su propio asesino. Como su confidente, el iraní sabía exactamente dónde estaba la pistola pequeña que Nisman había tomado prestada de un amigo y la usó para dispararle y matarlo.

El asesino iraní luego escapó a través del sistema de calefacción central que conecta los dos departamentos y uso un disfraz. Sus cómplices argentinos ya habían desarmado las cámaras de seguridad en el edificio , por lo que fue capaz de salir de allí, llegar al aeropuerto y volar con un pasaporte falso a Montevideo, de allí a Dubai y finalmente a Teherán.
El asesino ya se había ido cuando el fiscal fue encontrado sin vida en un charco de sangre en su cuarto de baño, muerto por una bala en la cabeza de una pequeña pistola de calibre 22.

El 18 de febrero, cientos de miles de personas marcharon en honor al fiscal Nisman en Buenos Aires pidiendo justicia.

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