miércoles, 18 de febrero de 2015

La testigo Fernández demolió la investigación de Fein y está claro que se “simuló” un suicidio





febrero 18, 2015


Por Guillermo Cherashny


A la testigo del caso Nisman Natalia Fernández se le podrán criticar algunas inexactitudes propias de su juventud y su desconocimiento, pero la historia que contó corrobora lo que todos decían en el sentido de que la investigación fue un desastre porque se permitió que Sergio Berni estuviera en la escena del crimen 40 minutos antes que el juez Manuel de Campos. A esto se le suman las muchas inexactitudes de la fiscal Fein, aunque en caso de fabricarse un suicidio, esto ocurrió seguramente antes de que Berni subiera al departamento supuestamente con la madre de Nisman. Pero la posterior irrupción de 50 miembros de la Prefectura y la Federal, como cuenta Natalia Fernández, demuestra que se ensució toda la escena del crimen y que a Fein, una gran incompetente por lo hecho hasta ahora, le vendieron un paquetito con moñito con la hipótesis del suicidio, que ella compró sin hesitar. Y con ello siguió insistiendo hasta el sábado posterior al crimen en el programa de TN Cámara del Crimen, en el que dijo que no intervino una tercera persona y que Nisman se autodisparó en la sien, cuando después se demostró que fue atrás de la oreja.

Una secuencia de contradicciones


Sería inútil enumerar las desmentidas de la propia fiscal, muy presionada por la Procuradora General Alejandra Gils Carbó y el Secretario de Seguridad Sergio Berni, quien habló del suicidio desde el lunes mismo. Pero da la impresión de que la difusión de la noticia por el periodista Damián Patcher precipitó la fabricación del suicidio y por eso fue amenazado y se fue del país. Las terminantes declaraciones de la jueza Sandra Arroyo Salgado desmintiendo el suicidio y la actuación de los peritos designados por ella, que usaron el luminol -que antes no se había probado-, se sumaron a las declaraciones de Osvaldo Raffo diciendo que se encontraron cabellos. También motivó que la atribulada fiscal relativizara lo dicho por el experto Raffo en el sentido de que anticipaba que podía estar lleno de cabellos el departamento de Nisman. Es evidente, por otra parte, que Fein rechazó la ayuda de otros fiscales porque se quedó con la hipótesis del suicidio, que es la que más le conviene al gobierno, aunque la presidente cambiara y dijera que fue un asesinato. De este último giro surgió que los culpables eran Diego Lagomarsino y Jaime Stiusso. La fiscal no compró esto y,como dijimos en este medio, el propio gobierno y sus comentaristas volvieron sobre la hipótesis del suicidio, del cual Fein nunca se movió tozudamente. Pero en la edición el Informador Público de ayer, un instructor demuestra cómo se fabrica un suicidio. Y todas las características coinciden con el “suicidio” del Nisman.

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