martes, 24 de marzo de 2015

HOY, 24 DE MARZO SE CONMEMORA EL DÍA DE LA HIPOCRESÍA

Los que peinamos varias canas, somos testigos directos de lo ocurrido el 24 de Marzo de 1976. A nosotros no nos sirve ningún "relato a medias". Nadie nos puede vender ningún buzón, puesto que hemos vivido todo lo ocurrido en esa época desgraciada para Nuestra Patria, por culpa de unos "supuestos jóvenes idealistas" que en verdad resultaron ser un grupo de aventureros que reclutaban perejiles, que luego fueron delatados para salvar el pellejo de sus supuestos jefes.

Todos sabemos muy bien el cuento de 30.000 supuestos "desaparecidos", cuando en realidad fueron no más de 6.700, muchos de los cuales  "aparecieron" después que sus familias cobraron por parte del Estado (es decir de nuestros bolsillos), sumas superiores a los u$s 275.000. Es curioso, pero nadie luego de "aparecer", ha devuelto el dinero.

El mismo Firmenich , al igual que otros subversivos "arrepentidos", aseguraron que todo fue un invento para recibir ayuda de países extranjeros; tal el caso de Luis Labraña en un programa de TV:

  

LUIS LABRAÑA, EX MONTONERO: “INVENTAMOS 30.000 DESAPARECIDOS PARA OBTENER SUBSIDIOS DE HOLANDA”

Esto es sólo otra mentira más de un "relato" para lavar las mentes de jóvenes a los cuales pueden embaucar con suma facilidad. Pero lo peor del caso, es que a algunos no tan jóvenes, también les han lavado el cerebro... si es que tienen alguno.

Pero volviendo a la hipocresía, debemos recordar que el "gobierno" peronista ya se caía solo y el clamor POPULAR de ese momento, era que Isabel Perón ya no se podía sostener y muchísimos políticos de los más diversos partidos, que luego se rasgarían las vestiduras, pedían a gritos la intervención militar. La misma debía intervenir por ORDEN de la entonces presidente María Estela Martínez de Perón y del presidente del Senado, Dr. Ítalo Luder, por medio de un decreto en el que se ORDENABA luchar contra la subversión hasta ANIQUILARLA por completo.


Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es vencer la GRAN HIPOCRESÍA y dejar de utilizar el gran verso de los Derechos Humanos para defender a los delincuentes subversivos de otrora y actuales.


























LA MISÈRE PORC

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