domingo, 26 de abril de 2015

Dos triunfaron, pero tres festejaron



27 de abril de 2015 


Por  | LA NACION

Las PASO porteñas han arrojado dos claros ganadores: Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, no fueron ellos los únicos que festejaron.
Martín Lousteau, claro ganador en la interna abierta de ECO, tuvo también motivos para celebrar. Fue la tercera figura más votada, después de Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, y de acuerdo con las cifras parciales del escrutinio provisional, su fuerza política estaría sumando más votos que el kirchnerista Frente para la Victoria (FPV). Además, mantiene expectativas de llegar a disputar un eventual ballottage con el flamante candidato macrista, para lo cual le alcanzaría con sumar los votos de Graciela Ocaña y de Andrés Borthagaray, y "robarle" al Pro algunos votantes que en estas PASO adhirieron a la senadora Michetti.
El kirchnerista FPV, donde Mariano Recalde quedó confirmado como el candidato a la jefatura de gobierno porteña, no tendría mayores razones para festejar.
El kirchnerista FPV, donde Mariano Recaldequedó confirmado como el candidato a la jefatura de gobierno porteña, no tendría mayores razones para festejar. Estaría siendo desplazado, según los resultados oficiales conocidos hasta ahora, del segundo puesto por ECO, al tiempo que cosecharía, sumados sus siete precandidatos, un porcentaje de votos bastante inferior al 27% conseguido por Daniel Filmus en la primera vuelta de las elecciones generales de 2011, en las que fue reelegido Macri. La algarabía que se vivió entre los militantes kirchneristas podía explicarse como una forma de celebrar un relato que no se verificaba en el recuento de los votos.
Macri salió más que airoso de una jugada arriesgada, al respaldar públicamente a su jefe de gabinete cuando, por entonces, las encuestas de intención de voto arrojaban una leve ventaja para su adversaria.
Pero por encima del robustecimiento de su candidatura presidencial, hay que decir que el Pro sacó en estas primarias patente de partido político. Vivió una experiencia inédita, en la que por primera vez dirimió candidaturas en una competencia interna abierta, al cabo de la cual larretistas y michettistas ratificaron que unos y otros seguirán siendo parte de un mismo proyecto.
Pero por encima del robustecimiento de su candidatura presidencial, hay que decir que el Pro sacó en estas primarias patente de partido político.
El electorado porteño que se volcó a favor de los postulantes de Pro votó mayoritariamente por una garantía de ejecutividad, que representaba Rodríguez Larreta. La prédica de Michetti de "humanizar" el espacio no prendió suficientemente en la opinión pública, aunque tal vez, porque fue excluida rápidamente de la campaña proselitista ante la andanada de críticas que hizo sentir el grupo de dirigentes más cercanos al jefe de gobierno porteño.
Aun así, Macri necesitará del aporte "humanizador" de la senadora Michetti para consolidar el triunfo del candidato de Pro en la ciudad de Buenos Aires y sus propias perspectivas en el orden nacional. El discurso del jefe de gobierno porteño pronunciado en el búnker de Pro en Costa Salguero pudo haber sido algo más generoso con la candidata derrotada, más allá de que su mensaje estuvo eminentemente dirigido a la ratificación de un proyecto para la Nación.

Los desafíos de Macri a partir de ahora, además de ayudar a Rodríguez Larreta a vencer sin zozobras en la Capital Federal, pasan por consolidar una opción en el distrito que más dudas genera para el Pro: la provincia de Buenos Aires. Y, en segundo lugar, por reconocer que, por el momento, el proceso electoral en todo el país está marcando un fortalecimiento de los oficialismos, con la rotunda excepción de Mendoza, donde el justicialismo gobernante sucumbió ante una candidatura detrás de la cual se unió prácticamente toda la oposición.

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