miércoles, 29 de abril de 2015

UN PUEBLO DE APÓSTATAS IDIOTIZADOS








27 de Abril del año 2015 -1314

Hace un mes y medio que no escribo "La botella al mar". No he recibido ninguna pregunta sobre la causa de ese silencio, lo cual prueba que este periódico es algo "con el cual y sin el cual, todo sigue tal cual", como dice el refrán italiano. Eso no me extraña ni me disuade de retomar la pluma apenas me es posible, cosa que recién hoy ocurre.

Han pasado muchas cosas en la Iglesia, en el mundo y en el país que merecerían un comentario, pero son tan parecidas a las que han pasado antes de ese lapso de tiempo, que no me parece útil tratarlas visto el vacío en que han caído los comentarios anteriores sobre los mismos asuntos. Más bien hagamos algo así como una trepanación incruenta en la cabeza del “argentino 2015” a ver qué hay ahí adentro, si es que hay algo.

Lo primero que se ve es un agujero negro que corresponde al lugar privilegiado en que debería estar Dios y la Fe católica. Es evidente que los argentinos no creen que Dios exista o, en todo caso,  que sea Todopoderoso y que habrá de premiar a los buenos y castigar a los malos después de esta vida según que  hayan cumplido o no con Su ley eterna.  

Si esas ideas no hubieran sido tragadas por un agujero negro sería imposible por ejemplo, que ayer 26 de Abril, 1.740.000 habitantes de Buenos Aires, hayan votado por el Partido de Macri, el de la usurpadora presidencial y los de otras alimañas políticas todos ellas abortistas, pro-homonomio e inmorales. Si la gente tuviera aquellas buenas ideas debería rechazar in limine la sola posibilidad de que semejante ralea pudiera aspirar a ocupar cargos de gobierno porque, sin duda alguna, todo poder que tuvieran lo usarían, como lo han hecho ya, para ofender a Dios.

Si esos votantes no temen ofender a Dios, que es todopoderoso y cuyos castigos eternos son tremendos, es porque no creen que Él exista. Luego, son apóstatas como los define el canon 1325 del viejo Código de Derecho Canónico y, menos claramente, el 741 del nuevo Código.

Veremos además otro agujero negro y es el que corresponde al lugar del pensamiento. No se advierte actividad intelectual alguna en ese páramo. Sólo sensaciones, idioteces y cálculos utilitarios de muy corto alcance. Por eso es que cuando uno intenta razonar con un argentino, es lo mismo que hablar con la pared. Las ideas rebotan en su cavidad craneana y no queda en ella registro de que haya habido algún intento de comprensión.

Si aplicamos estas dos constataciones a la política, nos veremos forzados a concluir que el pueblo argentino está compuesto por apóstatas idiotizados y, consecuentemente, mientras eso no cambie, estaremos siempre gobernados por gente de la peor calaña, con las peores ideas y la más absoluta deshonestidad. No importa que la usurpadora se vaya. Hay muchos otros que la pueden reemplazar -entre ellos Macri-  sin que las cosas mejoren en lo más mínimo.

Cosme Beccar Varela


La presente nota del Dr. Cosme Beccar Varela, es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

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