sábado, 23 de mayo de 2015

El sable corvo de San Martín, q.e.p.d.



Sábado 23 de mayo de 2015 | Publicado en
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Por  | LA NACION

Cristina Kirchner va terminando su mandato trémula de fervor historiográfico. Lagrimeó en el Museo de la Memoria, homenajeó a los próceres de Mayo y, ahora, prepara una restitución: devolverá el sable corvo de San Martín al Museo Histórico Nacional.
Es una cuenta pendiente del peronismo consigo mismo. El arma fue robada del museo en 1963 por un grupo de la JP, encabezado por Osvaldo Agosto, quien una década más tarde sería la sombra de José Rucci. Aquellos muchachos de la resistencia peronista engañaron al sereno, rompieron la vitrina y se llevaron el sable envuelto en un poncho. Querían enviárselo a Perón. Para evitar castigos físicos, los disuadieron, y la reliquia fue depositada en el Regimiento de Granaderos.

Además de devolver la pieza al museo, la Presidenta estudia crear un destacamento Sable Libertador, para custodiarla. Dicen que fue una sugerencia de Agosto, que quiere proteger el sable de algún otro ocurrente como él. Un mínimo "nunca más", imprescindible para un país en el cual ni los objetos consiguen descansar en paz.

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