domingo, 27 de septiembre de 2015

PRIMEROS Y DOLOROSOS EPISODIOS DEL VIAJE PAPAL A CUBA









22 de Septiembre del año 2015 - 1355

"El demonio nunca da lo que promete", dice un viejo refrán católico. Tuve una prueba de esta antigua sentencia cuando pude ver en la televisión el traslado del Papa desde el Aeropuerto José Martí hasta La Habana el Sábado 19 de Septiembre ppdo. Si los organizadores vaticanos del viaje papal a la capital del comunismo iberoamericano esperaban una recepción agradecida y conciliadora de la tiranía, se llevaron un enorme chasco.

El Papa se trasladó en un automóvil abierto, blanco, y estaba de pie, como para saludar a una multitud. Lo rodeaban otros cinco autos blancos, obviamente de la policía cubana. El trayecto es una ancha Avenida dividida en dos. El Papa viajaba por uno de los carriles y en las veredas se veía una larga fila de hombres en los más diversos atuendos, todos de apariencia común, hombro a hombro...dando la espalda todos ellos al Papa. Sólo de vez en cuando se veían grupitos minúsculos atrás de esa compacta fila que agitaban banderas pontificias y cubanas. De tanto en tanto el Papa saludaba a esos grupos.

¿Por qué esa ininterrumpida fila de hombres de espaldas, vestidos como si fueran gente del pueblo? No era para controlar a los grupitos de fieles, porque eran minúsculos, porque estaban apartados varios metros de la fila en cuestión y porque no mostraban ningún entusiasmo especial, de manera que es posible sospechar que esos grupitos también formaban parte de la escenificación. Notoriamente era un "show" organizado por la tiranía comunista para mostrar que el Papa no era bienvenido, no la persona del ex-Padre Bergoglio que es amigo del régimen, sino por lo que el Papa representa.

Esa demostración hostil deliberadamente planeada se realizó durante todo el trayecto desde el Aeropuerto hasta La Habana, atravesando zonas pobladas.

Lo mismo ocurrió en la misa que celebró el Papa en la plaza de la revolución, decorada con un enorme perfil de fierro representando al che Guevara. El gobierno castrista no permitió que los católicos oprimidos y esperanzados por la visita papal asistieran a esa misa. En "La Nación" del 21/9 aparece una fotografía de uno de los pocos que pudieron sortear la barrera oficial, entrar en la plaza y gritar "¡Abajo el comunismo!", para ser inmediatamente arrestado violentamente por tres hombres de civil.  Otro opositor que consiguió acercarse al Papa "fue reprimido por la policía. Imágenes de video del incidente mostraron como el Papa tocó la mano y la cabeza del hombre segundos antes de que se lo llevaran los agentes de seguridad. Ferrer, líder de la Unión Patriótica , dijo que el hombre era un miembro de la organización" ("Clarin", 22/9/2015, pag. 23). El Papa no hizo detener el cortejo para interceder por ese hombre y salvo esas palmaditas anodinas, dejó que fuera llevado quien sabe donde y para sufrir no se sabe qué.

En el mismo artículo "Clarín" relata cómo hubo más de 500 detenidos por la policía para impedir que fueran a la misa y a los pocos que fueron invitados por la Nunciatura para estar en la recepción del Papa, los arrestaron antes de llegar.

O sea, la misa no fue para los católicos sino para hacer creer que en Cuba hay libertad para la Iglesia cuando en realidad la concurrencia era la misma que es llevada bajo amenazas o por solidaridad ideológica con el partido comunista a todos los actos del castrismo.

El periodista Antonio Sanchez García, de Noticiero Digital en un artículo titulado “La misa de la hipocresía” (22/9/2015) informa que ”Aleida Guevara, la hija del Che Guevara, (protestó) contra el llamado del todopoderoso Partido Comunista de Cuba, de la que es una fiel y esforzada militante, (por haber) instado a todos los miembros del partido a tomar parte en la multitudinaria misa papal celebrada ayer en la Plaza de la Revolución, (por lo cual) queda meridianamente claro que la entusiasta asistencia, además de estar cuidadosamente seleccionada y de formar parte de la *nomenklatura* y los cuadros del partido de Fidel y Raúl Castro, era todo menos feligresía piadosa y observante de la sufrida isla caribeña que asistiera espontánea y observante al llamado papal.”

Entre esos simpatizantes del comunismo, estaba en primera fila, a la derecha de Raúl Castro, la usurpadora presidencial argentina.

Para completar el cuadro, el Papa visitó al supuesto Fidel Castro en la casa particular que habitaba ese día, quien lo recibió junto con su concubina. El Papa era todo sonrisas, como si no supiera que ese hombre que decía ser Fidel Castro (aunque creo que era un “doble” porque el propio está muerto hace rato, como ya dije) representaba a un mil veces criminal, asesino despiadado y opresor de Cuba. Con eso, entre otras cosas gravemente reprochables, contribuyó a mantener el engaño de la supervivencia del tirano. 

O sea, el Papa fue convertido en una mera comparsa de un "show" comunista.

Finalmente, fueron rechazados por el Pontífice los angustiosos pedidos de las familias de los presos políticos y de otros "disidentes", inclusive los falsos disidentes como Lizardo Sánchez, portavoz de "la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN)" ("Clarín", idem) que pidieron ser recibidos por él.

Los presos políticos, que padecen desde hace años horribles padecimientos por ser católicos o por oponerse a la tiranía, ni siquiera fuera mencionados, como si no existieran.

Como dice el Dr. Loris Zanatta, profesor de historia en la Universidad de Bolonia, en un artículo especial para "La Nación",   "la mano tendida de Francisco puede ser el salvavidas para el régimen...porque para el Papa argentino el comunismo no es la Hidra que sofocó el catolicismo...para él son evidentes sus afinidades con la doctrina cristiana y con esas afinidades cuenta para devolver al castrismo a las raíces del cristianismo latinoamericano... para decirlo de alguna manera, *peronizar* el castrismo... (mediante) su implícito apoyo a la transición, pero sin moverles demasiado el piso a los Castro con incómodas y explícitas reivindicaciones del Estado de Derecho, la democracia política, las libertades civiles, los derechos humanos...Más que la libertad de los cubanos , la prioridad del Papa es la libertad de la Iglesia..." ("La Nación", 22/9/2015, pag. 4).

¿La “libertad de la Iglesia”? ¿Qué es eso sin libertad para los fieles de practicar la religión y de vivir con la libertad de los hijos de Dios, sino bajo una tiranía que los corrompe, los aplasta y los reduce a la miseria?

Otro viaje papal que nos deja perplejos y horrorizados. Si eso lo sentimos nosotros, ¿cómo lo padecerá el desdichado pueblo cubano?

Nuestro Señor preguntó: “¿Hay por ventura alguno entre vosotros que, pidiéndole pan un hijo, le dé una piedra?”(S. Mateo, 79). Esta visita que refuerza las cadenas que oprimen al pueblo cubano, responde a esa pregunta del modo más inaudito: ¡sí, hay un Padre (?) (¡y el más inesperado!) que les da piedras a sus hijos en vez del pan que esperan de él con ansiedad!

Cosme Beccar Varela 


El presente artículo del Dr. Cosme Beccar Varela es publicado en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario