domingo, 25 de octubre de 2015

La Argentina K como un paria financiero




25/10/201506:41

Diversos medios de noticias internacionales advierten que las políticas llevadas a cabo por el Gobierno K lo han convertido en un paria financiero global. Recuerdan que acontecimientos tales como el desacato al fallo de la Corte estadounidense que exhortaba al país a pagarle a los holdouts, la expropiación de YPF y la distorsión de estadísticas oficiales pusieron a la Argentina en una posición aislada del resto del mundo, privando al país de inversiones extranjeras y de la riqueza creciente en algunos de sus vecinos.

La soledad ha empujado a la Presidente a ir a buscar divisas a países “no ortodoxos” como China, según Peter Prengaman de la agencia The Associated Press. Él agregó que ese acontecimiento puso en evidencia la desesperación argentina por conseguir dinero ya que se cree que el gigante asiático le impuso al país una tasa de interés muy superior a la vigente en los mercados de préstamo internacionales. Considerando que muchas de las condiciones de la operación no son de público conocimiento, Brett House advierte que Cristina Fernández de Kirchner puede haber hipotecado el futuro del país.


El matrimonio Kirchner, que desde 2003 decidió convertirse en los grandes impagadores financieros del planeta Tierra, e intentaron construir una épica del moroso.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Al menos 3 medios internacionales de gran reconocimiento en Occidente sentencian que la Argentina se ha vuelto un paria financiero, a partir de su decisión de no acatar el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos y pagarle a los holdouts, entre otros gestos que determinaron semejante destino, y que resultan un capítulo importante de la tarea por acometer (y desandar) por el próximo Presidente de la Nación. 
“Argentina escribe sus propias reglas. Se niega a pagar sus deudas, fue censurada por publicar estadísticas erróneas y utilizó medidas siempre cambiantes para mantener fuera a las importaciones. Se ha vuelto un paria financiero global mientras muchos de sus vecinos sudamericanos disfrutan de una riqueza creciente y más inversión”, escribe Daniel Cancel, en la publicación Bloomberg Quicktake, de la agencia Bloomberg. 
Para los Kirchner, semejante descripción es un halago, sin interesarles el enorme perjudicio que su egocéntrico concepto del mundo y su ignorante vanidad le han provocado a los argentinos,impidiéndoles ganar inversiones directas, frenando el crecimiento del empleo, postergándolos en la incorporación de tecnología, distanciándolos del crédito a largo plazo y tasa accesible, y condenándolos a aberraciones como el llamado 'corralito'.
Pero los Kirchner se marcharán dejando una economía que hace 4 años que no crece, y que tiene enormes problemas porque no funciona sin importaciones pero la Argentina carece de reservas de dólares suficientes. De todos modos, una característica de la campaña electoral consiste en que los presidenciables omitieron cualquier debate sobre los problemas de fondo de la economía.
Según Gabriel Torres, analista de Moody’s Investor Services, en Nueva York, está claro hace años “que en el fondo, a esta administración no le importaba esto” (en relación a lograr un acuerdo con sus acreedores en default).
La Argentina podría obtener préstamos bajo condiciones preferenciales para pagarle a los acreedores en sumas fijas o podría volver a emitir deuda con bonos nuevos a tasas más altas. Pero eligió el choque más frontal posible.
La Argentina ha gozado en la última década de condiciones únicas para desarrollarse y crecer, a partir de un boom en el precio de los commodities, pero esto fue desaprovechado por sus gobernantes y hoy, Cristina Fernández de Kirchner dejará al país en una situación económica calamitosa, asediado por el déficit fiscal, una inflación descomunal y escasas reservas en dólares, explicó el diario británico Financial Times, que también utilizó el término “paria financiero” para describir la situación. 
Quien adhiere a este concepto para referirse al país es el diario The Washington Post, que agrega que con una inflación del 30% y una creciente violencia relacionada al narcotráfico, Argentina se ha convertido un marginado de la comunidad financiera internacional.
Desesperada por conseguir divisas, aislada de los mercados de crédito internacionales por su pelea con los holdouts, Cristina Fernández de Kirchner ha recurrido a buscar financiamiento a“lugares no ortodoxos”, según Peter Prengaman, de la agencia de noticias Associated Press (AP). 
Los acuerdos con China, cuyos detalles son en muchos casos desconocidos para la población, resultan sospechados por los economistas y periodistas especializados, de haber ubicado a la Argentina en una situación precaria con respecto a su futuro. 
En su afán desesperado por conseguir financiamiento, la Argentina habría aceptado de China, tasas de interés mucho más altas que el 3% que actualmente manejan los prestamistas internacionales. Según le dijo el ex economista del Fondo Monetario Internacional, Brett House, a la agencia AP, “Argentina está hipotecando su futuro” con esos acuerdos.
Pagarle a los fondos buitres, un tabú argentino
Puede ser que para el resto del mundo la salida de una reestructuración de pasivos resulte, al menos en el procedimiento, muy evidente y sencilla: negociar un nuevo acuerdo de condiciones de pago y seguir adelante. Sin embargo, en la política argentina el tema es un campo minado, advirtió House, economista jefe en Alignvest Investment Management, de Toronto (Canadá). 
Mauricio Macri ya tuvo un indicio del alto costo político que puede tener decir que hay que pagar, interpretada por muchos argentinos como una 'agachada la cabeza'. 
“En junio de 2014, antes de convertirse en candidato presidencial, él dijo: ‘Debemos ir a sentarnos con el juez (Thomas) Griesa y hacer lo que él dice’. Macri fue muy criticado y ahora rara vez menciona el tema en su campaña,” recordó House. 
La idiosincrasia de una cantidad apreciable de argentinos considera que el pago a los acreedores es una derrota nacional, y este fenómeno colectivo deja perplejos a muchos en el exterior, provocando un amplio espectro de reacciones desde la admiración hasta el rechazo profundo. 
Resulta complicadísimo aplicar inversiones en una sociedad que no sólo tolera sino que hasta exige defraudar los compromisos y aplaude incumplir con los acreedores.
Meses atrás, en junio, el asunto fue abordado en una nota de Bloomberg titulada “Por qué Argentina se rehúsa sistemáticamente y sin arrepentimiento a pagar sus deudas.” 
A quienes coprotagonizan los mercados financieros les resulta inexplicable la cruzada argentina contra los tenedores de deuda pública e inclusive contra los bancos extranjeros. El reportaje agrega que esa negativa no se trata tanto de una cuestión económica sino de una parte elemental de la psiquis nacional. 
Cristina Fernández de Kirchner “se está acercando al final de su mandato y no parece que las cosas vayan a cambiar con el próximo presidente. Daniel Scioli, el favorito para las elecciones de octubre, promete continuar la pelea para no pagarle todo a los buitres”, explicó en ese momento Bloomberg.
Habrá que recordar que en semanas recientes, y luego de un viaje a USA de Mario Blejer, colaborador de Scioli, éste modificó su punto de vista pero no se atrevió a explicarlo en público sino que se le atribuye al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, la difusión del punto de vista de Scioli, quien temía la reacción de Cristina Fernández de Kirchner.
"(...) Perón Perón / que grande sos (...)"
Pero en la investigación de esa psiquis nacional, hay algo más y que, quizás, se encuentra muy vinculado: "Estas elecciones 2015 demuestran que está claro que la Argentina no puede vivir sin el peronismo", plantea la revista The Economist
A más de 4 décadas de la muerte del fundador de ese movimiento, Juan Domingo Perón, sigue siendo casi imposible pelear una elección desde afuera del peronismo, aunque también es cierto que parece casi imposible lograr que el peronismo vuelva a unificarse. Se mantiene fragmentado desde 2003, resultando oficialismo y oposición, a la vez. 
“Si no les puedes ganar, úneteles", parece ser el pensamiento de Mauricio Macri. El 08/10 él inauguró, en su rol de jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, una estatua de Juan Perón, el oficial del ejército (que llegó a general cuando era Presidente) que fundó un movimiento cuyas franquicias dominan la escena política argentina, recordó The Economist. 
El semanario conservador británico destacó además el hecho de que esa reivindicación de Perón provino del único de los 3 candidatos presidenciales principales (Daniel Scioli, Sergio Massa, Mauricio Macri y hay que agregar a Adolfo Rodríguez Saá) que no es peronista. 
O sea que hasta quien no es peronista se tiene que hacer pasar por peronista si quiere tener alguna chance de ganar una elección. “El peronismo es más una marca que un partido”, afirmó The Economist. Y agregó que esta “marca” política dominante está definida por el poder y no por la ideología. 
El diario O Globo, de Brasil apunta en la misma dirección: “La campaña por la sucesión de Cristina Kirchner confirmó que el peronismo, movimiento político surgido hace setenta años, continúa dominando, de forma clara y contundente, el escenario político local”.
Dilma en el espejo
En tanto, el diario británico Financial Times compara lo que podría ocurrirle al sucesor de Cristina con el destino de Nicolás Maduro en Venezuela o el de Dilma Rouseff en Brasil
Los estilos de gobernar que tuvieron los presidentes Hugo Chávez, en Venezuela; y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, fueron parecidos al de Néstor y Cristina Kirchner.
Todos ellos mandaron en períodos caracterizados por la bonanza económica producto del boom en el precio de los commodities. 
“Ahora, sin embargo, ese boom ha finalizado en consecuencias tumultuosas” para los países, advierte el diario, por lo que tanto Rouseff como Maduro se encuentran envueltos en una crisis económica y política sin precedentes, lo que podría ser un augurio de la realidad que le tocará al próximo Presidente argentino. 
En Brasil, al gobierno de Rouseff se le hizo imposible evadir el ajuste fiscal y hoy día lucha por mantenerse a flote en medio de una aguda crisis política. El Fondo Monetario Internacional estima una contracción del 3% en la economía de ese país este año. Y es el mayor socio comercial de la Argentina.
Para Patrick Esteruelas, analista senior de deudas soberanas en EMSO Partners, la cuestión no es si habrá ajuste o no en la Argentina. La cuestión es encontrar una respuesta correcta al interrogante si el próximo Gobierno hará el movimientos lo suficientemente rápido como para que no termine el mercado haciendo el ajuste por ellos, tal como sucedió en Brasil cuando el mercado volteó al ministro Guido Mantega, a quien había ratificado en el cargo Dilma, y le obligó a designar al ortodoxo Joachim Levy.

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