30/11/2015
Por Nicolás Márquez
Hace doce años que estoy esperando este momento. Mi primer libro, “La Otra
Parte de la Verdad”, fue publicado en abril del 2004 (el malviviente Néstor
Kirchner detentaba el poder estatal desde hacía once meses y estaba en su apogeo
para con la opinión pública), yo aún tenía 28 años y esa publicación lanzaba un
misil bibliográfico al fraude setentista y al negocio de los derechos humanos
que el régimen comenzaba a imponer hegemónicamente.
Desde entonces, recorrí el país de punta a punta saltando de un bus a otro y de pueblo en pueblo, brindando conferencias y publicando libros de manera incesante contra el siniestro orden vigente pero a la vez, padeciendo “pinchaduras” telefónicas, hackeos, difamaciones, operaciones de prensa y censuras que fueron desde impedimentos para salir del país hasta proscripciones para disertar.
En estos 12 años publiqué 11 libros, brindé doscientas conferencias y lancé tres programas radiales, todo lo hecho siempre fue construido desde una semi-clandestinidad o marginalidad que escandalizaba a los bienpensantes que parodiaban “independencia” ideológica respecto del relato kirchnerista.
Anoche en casa, domingo 22 de noviembre del 2015, en eufórica reunión familiar estaba viendo el feliz desenlace de los comicios y tras ello, salí a “tocar bocina” pudiendo vivenciar entonces la explosión de algarabía ciudadana. En ese trayecto me fue difícil no recordar pasajes de todo este interminable trajín y mucho más difícil fue resistir el humedecimiento de los ojos ante la emoción de lo que se estaba celebrando, que no era otra cosa más que el fin de una larga y triste noche populista signada por la prepotencia política, el delito estructural, la corrupción moral, la hipocresía discursiva y el izquierdismo ideológico.
Pero fue recién hace casi cinco años, cuando decidimos lanzar gratuitamente entre dos y tres veces por semana lo que fuera este proyecto desde el cual hoy les escribo, es decir La Prensa Popular, el cual tuvo desde su comienzo la función de hacer una suerte de “periodismo militante” de tinte contra-hegemónico, solamente financiado por la venta online de nuestros libros y por los desinteresados aportes de nuestros fieles amigos lectores. Este portal llegó a tener un millón de visitas mensuales (tras un permanente mailing y una activa participación en las redes) y sirvió para aglutinar a un espacio ideológico, marcar un punto de referencia, crear opinión en distintos círculos, denunciar las atrocidades del régimen y dar fundamentos políticos para lidiar y batallar contra el relato oficial.
Nada de todo lo efectuado desde La Prensa Popular podría haberse llevado a cabo de no contar con el invalorable aporte de mi entrañable y joven amigo Agustín Laje, quien no sólo diseñó y trabajó el site desde el punto de vista técnico sino que aportó desde el vamos su descollante pluma y sapiencia. Pluma y sapiencia hoy consagrada, premiada y reconocida en los círculos más calificados de gran parte del mundo académico. Para Agustín, toda mi gratitud y reconocimiento.
Hoy es la última emisión de La Prensa Popular. Creemos que este portal ya cumplió su ciclo y su misión, consistente en ayudar a empujar al precipicio a la dictadura kirchnerista. Dimos la batalla que creíamos que teníamos que dar no sólo promoviendo nuestras notas sino la de los intelectuales y politólogos amigos, a quienes les agradecemos infinitamente haber sido siempre verdaderos pensadores de la resistencia y cuyas publicaciones jerarquizaron este pregón cibernético.
Pero nadie se va, ni nadie renuncia, ni nadie se rinde a nada: en marzo del 2016 con Agustín Laje publicaremos un libro conjunto para desenmascarar la revolución cultural del neomarxismo (la cual no cesa por más que cambie un gobierno), y en cuanto a la actividad digital, hoy cierra La Prensa Popular formalmente pero a partir del 1 de diciembre será lanzado un proyecto continuador y superador de actualización diaria (saldrá de lunes a viernes), el cuál será un portal modernizado en donde además de los columnistas habituales que siempre hemos difundido desde La Prensa Popular, publicarán otras notables plumas de la Argentina y del exterior siempre defendiendo la misma posición ideológica que hemos mantenido imperturbablemente desde hace tantos años.
Invitamos entonces a los lectores a que estén atentos porque en breve recibirán un mail de suscripción gratuita a este flamante site que, dentro de una semana saldrá al ruedo con renovadas energías en un contexto mucho más esperanzador y promisorio que el que nos ha tocado padecer y transitar durante más de una década infame e infamante.
Celebramos entonces la caída del régimen kirchnerista y felicitamos mucho a las nuevas autoridades electas de la coalición Cambiemos, deseándoles que sepan aprovechar esta notable oportunidad que la historia les ha dado.
Finalmente, mientras preparamos el lanzamiento del nuevo site para el 1 de diciembre te ofrecemos a modo de celebración navideña esta formidable promoción de mis tres mejores libros a un precio especial, con cuya venta financiaremos parte la militancia del ciclo venidero.
Desde entonces, recorrí el país de punta a punta saltando de un bus a otro y de pueblo en pueblo, brindando conferencias y publicando libros de manera incesante contra el siniestro orden vigente pero a la vez, padeciendo “pinchaduras” telefónicas, hackeos, difamaciones, operaciones de prensa y censuras que fueron desde impedimentos para salir del país hasta proscripciones para disertar.
En estos 12 años publiqué 11 libros, brindé doscientas conferencias y lancé tres programas radiales, todo lo hecho siempre fue construido desde una semi-clandestinidad o marginalidad que escandalizaba a los bienpensantes que parodiaban “independencia” ideológica respecto del relato kirchnerista.
Anoche en casa, domingo 22 de noviembre del 2015, en eufórica reunión familiar estaba viendo el feliz desenlace de los comicios y tras ello, salí a “tocar bocina” pudiendo vivenciar entonces la explosión de algarabía ciudadana. En ese trayecto me fue difícil no recordar pasajes de todo este interminable trajín y mucho más difícil fue resistir el humedecimiento de los ojos ante la emoción de lo que se estaba celebrando, que no era otra cosa más que el fin de una larga y triste noche populista signada por la prepotencia política, el delito estructural, la corrupción moral, la hipocresía discursiva y el izquierdismo ideológico.
Pero fue recién hace casi cinco años, cuando decidimos lanzar gratuitamente entre dos y tres veces por semana lo que fuera este proyecto desde el cual hoy les escribo, es decir La Prensa Popular, el cual tuvo desde su comienzo la función de hacer una suerte de “periodismo militante” de tinte contra-hegemónico, solamente financiado por la venta online de nuestros libros y por los desinteresados aportes de nuestros fieles amigos lectores. Este portal llegó a tener un millón de visitas mensuales (tras un permanente mailing y una activa participación en las redes) y sirvió para aglutinar a un espacio ideológico, marcar un punto de referencia, crear opinión en distintos círculos, denunciar las atrocidades del régimen y dar fundamentos políticos para lidiar y batallar contra el relato oficial.
Nada de todo lo efectuado desde La Prensa Popular podría haberse llevado a cabo de no contar con el invalorable aporte de mi entrañable y joven amigo Agustín Laje, quien no sólo diseñó y trabajó el site desde el punto de vista técnico sino que aportó desde el vamos su descollante pluma y sapiencia. Pluma y sapiencia hoy consagrada, premiada y reconocida en los círculos más calificados de gran parte del mundo académico. Para Agustín, toda mi gratitud y reconocimiento.
Hoy es la última emisión de La Prensa Popular. Creemos que este portal ya cumplió su ciclo y su misión, consistente en ayudar a empujar al precipicio a la dictadura kirchnerista. Dimos la batalla que creíamos que teníamos que dar no sólo promoviendo nuestras notas sino la de los intelectuales y politólogos amigos, a quienes les agradecemos infinitamente haber sido siempre verdaderos pensadores de la resistencia y cuyas publicaciones jerarquizaron este pregón cibernético.
Pero nadie se va, ni nadie renuncia, ni nadie se rinde a nada: en marzo del 2016 con Agustín Laje publicaremos un libro conjunto para desenmascarar la revolución cultural del neomarxismo (la cual no cesa por más que cambie un gobierno), y en cuanto a la actividad digital, hoy cierra La Prensa Popular formalmente pero a partir del 1 de diciembre será lanzado un proyecto continuador y superador de actualización diaria (saldrá de lunes a viernes), el cuál será un portal modernizado en donde además de los columnistas habituales que siempre hemos difundido desde La Prensa Popular, publicarán otras notables plumas de la Argentina y del exterior siempre defendiendo la misma posición ideológica que hemos mantenido imperturbablemente desde hace tantos años.
Invitamos entonces a los lectores a que estén atentos porque en breve recibirán un mail de suscripción gratuita a este flamante site que, dentro de una semana saldrá al ruedo con renovadas energías en un contexto mucho más esperanzador y promisorio que el que nos ha tocado padecer y transitar durante más de una década infame e infamante.
Celebramos entonces la caída del régimen kirchnerista y felicitamos mucho a las nuevas autoridades electas de la coalición Cambiemos, deseándoles que sepan aprovechar esta notable oportunidad que la historia les ha dado.
Finalmente, mientras preparamos el lanzamiento del nuevo site para el 1 de diciembre te ofrecemos a modo de celebración navideña esta formidable promoción de mis tres mejores libros a un precio especial, con cuya venta financiaremos parte la militancia del ciclo venidero.
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