Diciembre 08 de 2015
HUMBERTO BONANATA EDITORIAL
Domicilio legal: Uruguay 1306, entrada de servicio Juncal 1411, (CABA) lugar que deberá tener en cuenta la Justicia como uno de los domicilios legales para notificar a Cristina Elizabet Fernández de Kirchner, CUIT Nro. 27-10433615-4, nacida en la ciudad de La Plata el 19 de febrero de 1953, supuesta abogada que no acompaña título habilitante, será la consigna primordial de las futuras convocatorias judiciales en las causas en las que se encuentra imputada.
Paraplejía e incontinencia verbal, paranoia y mitomanía agravada por Síndrome de Hubris (a horas de caducar), serán los atenuantes que podrán plantear sus abogados para conducirla a la inimputabilidad que versa el art 34 del Código Penal en su inciso 1; a saber: “El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconsciencia, error o ignorancia de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.”
“En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás”.
Cuadro de situación del futuro complejo que vivirá una mujer dañina, resentida desde su niñez como bien detalla en su libro la periodista Laura Di Marco, la ex presidente en su ostracismo deberá enfrentar ante la plenitud de la justicia independiente los probables delitos que hubiera cometido en concurso real como jefa de la asociación ilícita que comandará hasta las 00.00 del 10 de diciembre.
Ya no estará Julio de Vido para que “hablen con él”, ni Timerman y su alicate en Ezeiza, ni Guillermo Moreno con sus patoterías constantes y sus veinticinco causas penales pendientes durante esta maldita década, ni Jorge Julio López, desaparecido en acción por connivencia de su hijo con la S.I.D.E., ni los hermanos Juliá transportando una tonelada de cocaína pura a Barcelona, ni Antonini Wilson trayendo desde la Venezuela de Chávez U$S 800.000 descubiertos, de los U$S 4.200.000 que pasaron sin descubrir par su campaña presidencial de 2007, ni Amado Boudou como “carapálida electa” para continuar su mandato en 2015, sólo frustrado por sus procesamientos presentes y futuros por corrupción, ni el “nene” diputado que deberá ocultarse bajo su impunidad parlamentaria por el caso “Hotesur”, como aún lo continúa haciendo el anciano senador kirchnerista Carlos Menem, condenado por tráfico de armas a Ecuador, vía Croacia.
Tampoco Aníbal Fernández podrá constituir en aguantadero a la Provincia de Buenos Aires porque fue sepultado políticamente por la fórmula Vidal-Salvador y el “narco-estado” soñado nunca habrá nacido.
No podrá solicitar asilo político a Dilma Rousseff ni a Nicolás Maduro porque ambos deberán defenderse ante su pueblo y representantes parlamentarios de futuros juicios políticos que se avecinan sobre ellos.
El egresado de Harvard Rafael Correa jurará no haberlos conocido y mirará hacia el norte del continente para que las bananas ecuatorianas continúen cotizando en dólares.
Evo Morales continuará con su economía de mercado que le permite endeudarse ante los organismos multilaterales de crédito al 4% anual en dólares sin poder vendernos millones de m3 de gas a valores internacionales.
Michelle Bachelet, la más prolija de los populistas, afrontará la condena social de su pueblo por las desprolijidades corruptas de familiares directos. Aunque Chile continuará su senda, a pesar de su dirigencia.
Cristóbal López negará ser su testaferro ante cualquier tribunal que lo cite, aunque en los Estados Unidos la cárcel pueda ser su destino.
Lázaro Báez no tendrá de qué disfrazarse y será uno de los “arrepentidos” para evitar la prisión de su hijo Martín.
Algún Juez Federal se animará a exhumar el cadáver de Néstor Kirchner ante la denuncia del dirigente peronista sobre un supuesto asesinato; a saber, según "Urgente 24.info", publicada el 6 de diciembre pasado; a saber:
“El abogado y dirigente del PJ, Juan Ricardo Mussa, facilitó al medio español Europa Press parte del informe que presentó en Comodoro Py, donde pide que se investigue al círculo más íntimo del ex presidente Néstor Kirchner por su muerte el pasado 27/10/2010 en El Calafate.
El magistrado pide la exhumación del cadáver de Kirchner que, según los testigos mencionados en el documento, habría sido "asesinado, de un tiro limpio, y según mis cálculos, pudo haber muerto estando acostado porque su cabeza y espalda estaban bañadas de sangre, y su cara limpia, con el orificio de entrada".
"La lista de reproches mutuos es extensa y sórdida, pero muestra que los celos y el odio, eran un factor fundamental en el matrimonio", agrega.
En el documento explican los testigos que las fuertes discusiones se hicieron presente aquella noche, señalando además que "Máximo le quería sacar el arma con la cual iracundamente su padre le apuntaba a su madre".
En la querella presentada por Mussa, se detalla además la renuncia a su cargo del doctor del Hospital de El Calafate inmediatamente después de la muerte de Kirchner, así como la declaración del médico que atendió a Néstor Kirchner tras su llegada al hospital, en el que asegura que "fui testigo de un magnicidio". "El ex Presidente, arribo al hospital con una herida de bala en el pómulo izquierdo como punto de entrada, y el lóbulo derecho el punto de salida, lo que provocó la muerte instantánea", añade la declaración.
En la querella presentada por Mussa, se detalla además la renuncia a su cargo del doctor del Hospital de El Calafate inmediatamente después de la muerte de Kirchner, así como la declaración del médico que atendió a Néstor Kirchner tras su llegada al hospital, en el que asegura que "fui testigo de un magnicidio".
"El ex Presidente, arribo al hospital con una herida de bala en el pómulo izquierdo como punto de entrada, y el lóbulo derecho el punto de salida, lo que provocó la muerte instantánea", añade la declaración. (sic).
A pesar de todo ello, y de todos ellos, Mauricio Macri comenzará a gobernar un país fragmentado en todos sus ámbitos, quebrado en su economía y más aun culturalmente disociado por la aplicación decenal del pensamiento de Ernesto Laclau –ya muerto más aun no enterrado en su odio- de fomentar al enemigo en “el otro”.
Pocos medios, grandes, medianos o pequeños, podrán escribir lo expuesto con la hidalguía de haber soportado durante 4507 días, desde el 4 de agosto de 2003, la presión, la amenaza –especialmente durante la Jefatura de Gabinete de Alberto “Rasputín” Fernández-, las seis denuncias expuestas y archivadas por la “justicia legítima” y la constancia en defender las ideas libertarias a las que ahora muchos se suman.
Fueron casi 151 meses, 4.581 días, o 109.944 horas que nos arrancaron de nuestras vidas. Ante ello debemos ser responsables para que nuestros jóvenes sepan asociar a sus vidas que todo crecimiento genera crisis y que ellos deberán recomponer la profunda cicatriz que el régimen ha esquilmado en nuestro cuerpo social.
A sólo 48 horas de sentirnos parte ínfima de haber logrado el renacimiento de la democracia liberal como forma de vida entre los argentinos, sólo le pedimos al futuro gobierno que cumpla con la ley y nos reinserte en el concierto civilizado de naciones.
Parece poco, pero es mucho.
“Bienvenidos sean los réprobos, que de ellos será el Reino de los Cielos”.
Humberto Bonanata
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